domingo, 26 de julio de 2015

La burrada de la semana, Pablo Iglesias

El pecado de la soberbia puede terminar acabando con Pablo Iglesias y su proyecto. Creerse por encima del resto de los mortales y utilizar el insulto y la descalificación como arma política, al final solo deja en evidencia al que la utiliza.

Decía Pablo Iglesias esta semana que Alberto Garzón "tiene que quitarse la pesada mochila que no le permite nadar", porque al parecer según Iglesias, lo que tiene que hacer Alberto es renegar de sus ideas, de sus principios y de sus luchas y ponerse a disposición de él y aceptar el puesto en la lista de Podemos que el gran líder le asigne.

Las mochilas cargadas de ideas, de principios, de luchas, de compromiso social y de experiencias no son ningún impedimento al contrario son la base necesaria para poder liderar el cambio necesario en este país. Por el contrario quien carecen de todas esas premisas no están legitimados ni tienen las condiciones para liderar ese cambio. Ya sabemos que Pablo Iglesias piensa que la unidad popular es Podemos mas algún converso que otro que él decida incluir en su lista. Pero eso no es la unidad popular, eso es tan solo la lista de un partido, aunque sea tan legitima como cualquier otra.

Pablo Iglesias no quiere la unidad popular, tan solo quiere tener una lista de candidatos hecha a su medida y que no le opongan la más mínima discrepancia. Por eso ha planteado las primarias de su partido, que no la de una candidatura unitaria, como las ha planteado, para que solo sus fieles compañeros de partido y algún/a atlatere que el decida pueda estar en ella. Y así le ha salido. Porque quien se conforma y justifica una participación del 16% es que no quiere ver que hasta en sus propias filas hay una gran discrepancia con  las formas de participación que él impone en Podemos.

Nadie que tenga una mochila como la de Alberto Garzón se va a ahogar como pretende hacer ver Pablo Iglesias, porque ni las ideas, los principios, las luchas, los compromisos sociales ni las experiencias pesan, no son un lastre. Lo que es un lastre es el oportunismo, la incoherencia y el populismo. Para muestra solo hay que mirar las encuestas que evidencia que Podemos ha perdido 10 puntos de apoyo popular en los últimos meses, mientras IU en las últimas semanas ha subido 1,6 puntos. El cambio no lo va a poder hacer IU en solitario, porque cometió errores en el pasado, parecidos a los que ahora esta cometiendo Podemos. Pero Podemos tampoco va a poder llevarlo a acabo sin IU. Ambas organizaciones son necesarias si queremos que el cambio político se lleve a acabo en las próximas elecciones generales. 

No querer entender que los resultados de las  candidaturas de unidad popular obtuvieron mejor resultados que las de Podemos en solitario, en las pasadas elecciones, no solo es no querer ver la realidad sino que además es un grave error político. Pablo Iglesias se está poniendo nervioso, ya se le nota demasiado y eso le lleva a decir las burradas, en forma de descalificaciones e insultos,  que últimamente acostumbra. No es para menos, porque las encuestas cada día le son más desfavorables y por la irrupción de Ahora en Común. Un proyecto que si defiende la unidad popular sin exclusiones, a la manera de las mareas o de las candidaturas de unidad popular que posibilitaron el cambio político en muchísimos ayuntamientos de esta España nuestra.

O Pablo Iglesias entiende que tanto Podemos como IU como el resto de las organizaciones políticas de carácter autonómico, los movimiento sociales y las personas comprometidas social y políticamente son necesarios para conseguir el cambio político necesario o ese cambio no será posible. Quien impida llevar adelante las candidaturas de unidad popular será el responsable de una nueva frustración política. 

Salud, República y Socialismo.

1 comentario:

sebastian dijo...

Bajo mi punto de vista Podemos Vs Pablo Iglesias, lamentablemente, no tiene la perspectiva de la Unidad Popular, sino que cree que el partido como tal es el agente del cambio, y a pesar de sus apariencias de elecciones de los adscritos y simpatizantes en algunas cuestiones del partido. Su organización se basa en la concepción gramsciana del partido, que tiene connotaciones leninistas y jerarquicistas, cuando plantea una estructura militar del partido basada en tres extractos: masa fiel o tropa, estado mayor o dirigentes y cuadros intermedios u oficiales y suboficiales. Rafael Díaz Salazar, "El proyecto de Gramsci" (Ediciones HOAC, pág. 293). De igual forma, en cuanto a la función ideológica del partido (de forma consciente o inconsciente), adoptan la concepción de Gramsci: "Una política totalitaria tiende precisamente: 1) a obtener que los miembros de un determinado partido encuentren en este único partido todas las organizaciones que antes encontraban en una multiplicidad de organizaciones, es decir, a romper todos los hilos que ligan a estos miembros a organismos culturales extraños; 2) a destruir todas las organizaciones o a incorporarlas en un sistema del que el partido sea el único regulador. Esto sucede: 1) cuando el partido dado es portador de una nueva cultura y se tiene una fase progresiva; 2) cuando el partido dado quiere impedir que otra fuerza, portadora de nueva cultura, se convierta en totalitaria" Antonio Gramsci (Cuadernos de la cárcel nº 6). A lo anterior hay que añadir que una de las mayores dificultades para un proceso de Unidad Popular es la juventud del propio partido, que se encuentra en el periodo de auto afirmación, es decir, de encontrar y reafirmar las características propias que le distingan de los demás partidos para las elecciones generales. Es necesario un tiempo hasta que, hallada su identidad madura, no teman la tranquila confrontación y cooperación con los demás partidos. A esto hay que añadir, además: que hay mucho resentimiento, tanto en la cúpula de Podemos como en muchas personas de las que conforman las bases de la misma, con respecto a Izquierda Unida. ¡A lo que lleva el resentimiento!. Ello se expresa con exabruptos e infantilismos. A lo anterior hay que añadir que en Podemos hay grandes dosis del "culto a la personalidad" . Lamentablemente Podemos no está por un proceso de Unidad Popular, yo diría más: es una rémora.

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