martes, 14 de julio de 2015

Pitufos gruñones del mundo, uníos.

Pablo Iglesias lleva camino de cometer el mismo error que IU antes de las elecciones europeas, el error de la soberbia. Pero el error de Pablo Iglesias puede ser más gordo porque llueve sobre mojado.

Podemos no es la unidad popular, es tan solo una parte de esa posible unidad popular. Quien le ponga trabas a la unidad popular será el responsable de que el bipartidismo siga manteniéndose activo. Será responsable de malograr la posibilidad de que un cambio político real se materialice en las próximas elecciones generales. Nadie en estos momentos puede arrogarse el hegomonizar y capitalizar el proceso de unidad popular que se necesita para llevar adelante el cambio político necesario en este país.

Pretender que  un 13% de respaldo a la baja da derecho a ser el paraguas bajo el cual el resto de los actores políticos necesarios para el cambio se tienen que refugiar, no solo es un error si no también una actitud prepotente y soberbia que solo evidencia un pensamiento megalomaniaco y caudillista de la política. Sobre todo cuando en las elecciones municipales se ha evidenciado que no ha sido Podemos la forma política que ha cosechado el mayor éxito político, sino las formulas como mareas o las candidaturas de unidad popular semejantes a las de Madrid o Barcelona.

Decir que el motor del cambio es Podemos y que el resto de los actores políticos de la izquierda lo único que tienen que hacer es ir con el DNI en la boca, para ocupar el puesto de la lista que Pablo Iglesias tenga el honor de reservarles, es un insulto  a las muchas personas que llevan muchísimo tiempo luchando contra las políticas de recortes sociales, económicos y políticos del Partido Popular. Personas que han demostrado su buen hacer político en las pasadas elecciones municipales.

Pablo Iglesias se esta empezando a poner muy nervioso. Porque empiezan a no salirle las cuentas. Primero porque en el interno cada día tiene más contestación a consecuencia de ese proceso de primarias hecho a su medida para laminar cualquier intento de discrepancia interna. Un proceso para que solo él y sus elegidos tengan oportunidad de ir en los puestos de salidas de las próximas elecciones generales. Y segundo porque lo que el pensaba que iba a ser un paseo triunfal por la tierras de España, se ha convertido en un calvario. El pensaba que en su recorrido iba a ser recibido por aclamación como correspondería a un caudillo de las Españas. Pero no, se ha encontrado con una buena contestación, se ha encontrado con personas y organizaciones políticas y sociales que le han dicho que eso de la unidad popular es una cosa  distinta a integrarse en Podemos, y que el caudillo se elige entre todos.

Pablo Iglesias se ha encontrado con la horma de sus zapatos, que se llama Ahora en Común. Y se ha dado cuenta que si Ahora en Común termina materializándose, sus posibilidades de hegemonizar el proceso de cambio político se pueden quedar en casi nada. Ante esa posibilidad cierta, le han entrado los nervios y de ahí ha pasado a las descalificaciones y a los insultos. Muy mala manera de pretender arreglar su propio error de calculo político. Porque a priori no hay nada escrito de que las posibilidades de Ahora en Común sean menores o mayores que las de Podemos, del mismo modo que ocurrió en las europeas entre IU y Podemos.

Llamar "pitufo gruñón" a quienes llevan trabajando por la unidad popular bastante más tiempo que él, aunque se hayan equivocado en el camino, solo evidencia soberbia y caudillismo y menospreciar a una parte importante de los actores politices que pueden llevar adelante al cambio político en España. Se equivoca Pablo Iglesias cuando afirma "No voy a ceder a ningún chantaje". Porque nadie está haciendo chantaje a nadie. Tan solo se está evidenciando que además de Podemos hay otros actores políticos  a los que hay que tener en cuenta y que las cosas se soluciona con procesos como los llevados a cabo  por Ahora Madrid, en los que cada cual tuvo la representatividad que el proceso de primarias le otorgó. ¿A caso tiene Pablo Iglesias miedo a participar en un proceso parecido?

Pablo Iglesias he dejado de tener autoridad moral para dar lecciones de legitimidad política. Esa legitimidad solo la dan las personas mediante el sufragio libre y directo. No se adquiere más legitimidad desde la prepotencia, las amenazas, el caudillismo y la soberbia. Solo se adquiere legitimidad desde el consenso, el dialogo y la integración de las diversas opiniones en función de su representatividad, no en función del criterio absolutista del caudillo.

Trabajar por la unidad no se hace insultando al compañero de viaje ni menospreciándole, si no valorándole en su justa medida. Todos somos necesarios, Ahora en Común y Podemos. Sin Podemos no se puede hacer el cambio social, pero sin Ahora en Común tampoco. Quedan suficientes meses para el dialogo, el consenso y el acuerdo. Quien no lo quiera llevar adelante y anteponga sus intereses personales a los de la ciudadanía será responsable de no hacer realidad el cambio político. La ciudadanía le pedirá responsabilidades. 

Por cierto prefiero ser pitufo gruñón a Gargamel, porque Gargamel siempre terminaba perdiendo.
Salud, República y Socialismo.

2 comentarios:

desencanto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
desencanto dijo...

Es una realidad histórica que la derecha siempre va unida y la "izquierda" (no toda la izquierda merece mis respestos) se pelea entre ella.
Libertad de pensamiento, no fundamentalismo, vale, pero la corrupción y el acomodamiento también han calado en ciertos partidos de "izquierdas" y eso ha producido desencanto, mucho desencanto.
Seremos capaces de superar las diferencias? Ojala!

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