viernes, 22 de enero de 2016

Mariano Rajoy declina y no asume su responsabilidad.

Acabamos de vivir un episodio de sainete, quien viene reclamando, para si en exclusiva, la presidencia del gobierno, acaba cachondeándose de todos sus votantes y de paso del resto de los españoles y renuncia a intentar ser investido. Mariano en estado puro.

"Díselo tu que a mi me da la risa". Eso es lo que significa, poco mas o menos, la decisión de hoy de Mariano Rajoy. Dice Rajoy que le ha dicho al Borbón que declina la oferta de presentar su investidura porque tiene más votos a contra que a favor para ser investido. Solo le ha faltado decir que se lo ha ganado a pulso. Porque todo esto ha sido consecuencia de su falta de dialogo, de su falta de negociación de las leyes y de su desprecio más absoluto hacia toda la oposición en el Parlamento durante la pasada legislatura. Su soledad no le ha caído del cielo, se la ha ganado a pulso con su actitud antidemocrática. 

Alguien que se pasado desde que se celebraron las pasadas elecciones generarles diciendo, por activa y por pasiva, que el era el ganador de las elecciones y por tanto le correspondía la iniciativa de formar gobierno, no tiene derecho a hacer dejación de sus responsabilidad y hacer que otro pase por el tramite de solicitar la investidura, antes que él. Alguien así esta totalmente descalificado para poder volver a intentar ser investido. ¿Que pensará la Merkel de su marioneta en España? Una situación parecida seria impensable en cualquier otro país de la UE. Una vez mas, gracias a Rajoy, somos el hazmerreir del mundo democrático.

Dice que en estos momentos no tiene apoyos suficientes para poder obtener la investidura y por tanto sería un perdida de tiempo dedicarse a componer el discurso de investidura, Claro es mejor dedicar ese tiempo a leer el Marca y hacer de comentarista deportivo. Para que va a molestarse él si no tiene los apoyos suficientes. Habría que preguntarse a que se ha dedicado durante este mes que ha pasado desde que se celebraron las elecciones. ¿O es que espera que si otro/a candidato/a acepta someterse al proceso de investidura y es rechazado/a la situación sería diferente? ¿Acaso piensa que entonces el resto de los partidos ser volverían hacia él como salvador de la patria y le pedirían por aclamación que se presentase a la investidura? Pues no. La situación difícilmente cambiaría. Porque todos lo agravios que Mariano Rajoy y el PP ha acumulado hacia el resto de los partidos de la oposición y hacia la mayoría social de la ciudadanía, no se olvidan de la noche a al mañana. Rajoy tan solo pretende que sea otro el que se queme primero en el intento de conseguir la investidura.

Lo que pretende Rajoy es peligroso, para su futuro político y para el de el Partido Popular. Porque con su inanición puede conseguir el efecto contrario. Eso de hacer que el tiempo lo solucione todo, ya no cuela. Porque puede ser que el resto de los partidos vean la oportunidad de tomarse la revancha por los agravios pasados y permitir un gobierno de izquierdas en el país. Porque con esa actitud de desprecio hacia las reglas democráticas puede hacer mas fácil  el entendimiento y la eliminación de lineas rojas entre los partidos de izquierda que aspiran a gobernar España. Estos tienen ahora un gran reto, porque si no son capaces de entenderse y ponen en primer lugar sus intereses partidistas y electorales en lugar de los intereses de los ciudadanos de a pie y dejan pasar esta oportunidad de rectificar las políticas antisociales del Partido Popular, los ciudadanos no lo perdonaremos y se lo reprocharemos en las urnas. Es el momento de tener altura de miras y no pensar en electoralismos partidistas.

Mariano Rajoy, con este sainete, puede haber firmado su sentencia de muerte, política. Hoy con su actitud Rajoy solo se merece el desprecio de la ciudadanía y como diría el gran Labordeta ¡A la mierda!

Salud, República y Socialismo.

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