domingo, 16 de abril de 2017

El retorno del nacional-catolicismo

Estamos asistiendo a un resurgimiento del oscuro pasado del nacional-catolicismo y no porque haya un auge del folklore de la semana santa, si no porque desde las instituciones del estado se está impulsando actos que tienen que ver con ese oscuro pasado nacional.

La semana santa cada vez es mas una acto de atracción turística que un acto devocional, no hay nada mas que ver como se desarrolla, en los pueblos y ciudades de nuestra España. Cada día esta más conectado con el "merchandising", con la venta de todo tipo de souvenirs que desde las distintas cofradías se realiza. Eso esta bien, a ver si de una vez se autofinancian como cualquier otro cristiano. Y del negocio turístico que hay montado en torno al folklore de la semana santa.

Personalmente no me preocupa porque creo que prima mas la estética y el negocio que la devoción. Es la comercialización de la religión. Una excusa como otra cualquiera para salir de fiesta. Lo que me preocupa es la manipulación que las instituciones del estado hacen del acto folklorico de la semana santa y de la religión católica y de la utilización partidista y sectaria-religiosa de las televisiones públicas.

Estos días hemos asistido al bochornoso espectáculo que desde el Ministerio de Defensa se ha provocado. Se ordena que "desde las 14:00 horas del Jueves Santo hasta las 00:01 horas del Domingo de Resurrección, la enseña nacional ondeará a media asta en todas las unidades, bases, centros y acuartelamientos" en honor a la muerte de Cristo. Una orden que contradice el real decreto que regula la forma en que se decretan días de luto nacional o por el fallecimiento del titular de la Corona, del presidente de Gobierno y de militares muertos en acto de servicio. El Ministerio de Defensa justifica estos actos, en un estado aconfesional, con la excusa de respetar la libertad religiosa y la tradición secular de los ejércitos.

Las tradiciones son tradiciones hasta que dejan de serlo y no es el ejercito quien decide este tipo de actitudes sino el gobierno de la nación. Esta tradición solo se ha hecho efectiva en los gobierno de Partido Popular. Por los criterios del respeto a la libertad religiosa los creyentes de otras religiones tendrían también el derecho a que se le rindan honores militares a sus santos o mártires. De esta manera convertiríamos la España aconfesional en una España multiconfesional donde serían las religiones las que regulasen la vida de la ciudadanía en lugar de que sea la sociedad civil la que determine las nomas de convivencia nacional.

Pero no solo esto. Porque si antes teníamos a un miembro del Opus Dei como Ministro del Interior, Jorge Fernández Diaz, que tenía un personal ángel de la guarda, un tal Marcelo, que le ayudaba a aparcar y en agradecimiento se pasaba el día pensando a que virgen o  cristo iba a condecorar; su sucesor no le va a la zaga. Juan Ignacio Zoido, actual ministro del Interior, no quiere ser menos y ya ha iniciado su particular cruzada condecorando virgenes como si fueran superagentes de la policía que luchan de manera eficiente contra el crimen organizado. Esto es simplemente retrotraernos a la España oscura y profunda del nacional-catolicismo franquista. Introducir la superchería en la gestión de la seguridad pública y ser el hazmerreir mundial. Esto solo ocurre en países tercermundistas y no en todos.

Poniendo el colofon está el Presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez Feijoo, que se dedica a curar las almas de los enfermos mas que a curar sus cuerpos maltrechos. Recientemente se han destinado unos 700.000 € para contratar capellanes en los hospitales públicos gallegos, mientras se reducen los efectivos médicos y de enfermería. Debe salir más barato salvar almas que cuerpos. Dicen desde la Xunta que los enfermos demandan asistencia religiosa en los hospitales. Y asistencia medica de calidad ¿no?. Me imagino que si se les pregunta a esos enfermos lo primero que querrían es curarse satisfactoriamente de su enfermedad. En todo caso quien tiene que asegurar el salvamento de las almas de sus fieles es la iglesia católica, por tanto lo que tienen que hacer es sacrificarse por la salvación de esas almas de manera altruista y permitir que esos cientos de miles de euros posibiliten la salvación de los cuerpos enfermos.

Todo esto me recuerda Turquía. Donde Erdogan ha transformado una república laica en una república islamica y aquí el PP y Rajoy están transformando un estado aconfensional en un estado, de hecho, nacional-católico.


Salud, República y Socialismo.

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