jueves, 17 de octubre de 2013

Son simplemente delincuentes políticos

El Partido Popular está llevando el desprestigio de la política y de los políticos hasta limites insoportables. El todo vale se ha instaurado en su práctica política habitual, de manera que cuando son pillados infraganti solo tienen el recurso del "y tu mas".

Es lo que ha ocurrido en la sesión de control del Gobierno en el Congreso. La Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sainz de Santamaría, al ser interpelada sobre la falsa acusación de los más del medio millón de parados estafadores, en lugar de reconocer su error, utiliza el "y tu mas" acusando al anterior ministro de Empleo, Valeriano Gómez, de haber hecho lo mismo. En primer lugar es falso porqué Valeriano Gómez se refería al 25% de los parados investigados y no al 25% del total de los parados y en segundo lugar lo que debe hacer alguien cuando le han pillado en un error flagrante es reconocer su error y pedir disculpas. Poner el ventilador para que la mierda salpique a todos no es la solución. Por cierto, no seré yo quien defienda a Valeriano Gómez de nada.

vicepresidenta El problema es que el tal error era un error premeditado, de lo que se trataba es de dar la imagen de que los parados con prestación son unos defraudadores. Por tres veces la Vicepresidenta insistió en acusar a los parados con prestación de ser unos defraudadores. Se trata de crear una falsa realidad de la situación de los parados para justificar nuevos recortes, nuevos controles o nuevos requisitos para poder acceder a la prestación por desempleo.

"Los parados no son unos estafadores, los estafadores no están en el paro. Los parados no son los que evaden impuestos. Los parados no son los que tienen cuentas en Suiza. Los parados no son los que arruinan este país. Los parados no son los que están hundiendo nuestra economía. Los parados no son para quienes se hacen leyes de amnistía para que ‘blanqueen’ lo defraudado. Los parados son las víctimas." Ha argumentado Cayo Lara, Coordinador General de IU, en su pregunta sobre este tema a la Vicepresidenta, que ha tenido la desvergüenza de marcharse del hemiciclo para no tener que dar respuesta a las acusaciones de Cayo Lara. En su finalización se refirió a que "Los parados no son delincuentes, los delincuentes económicos son otros y la vicepresidenta  sabe dónde están. Dejen ya de perseguir y criminalizar a los parados y persigan a los que están saqueando este país y, además, creen empleo, que es lo que necesita esta España." Le respuesta de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ante el abandono de la Vicepresidenta, fue acusar a IU de hacer demagogia. Parece que para el Gobierno y el P.P. hacer demagogia es sinónimo de denunciar la situación de miseria y de indefensión a la que ha llevado el gobierno del P.P.  a millones de ciudadanos con sus políticas de recortes.

La actitud de la Vicepresidenta despreciando los argumentos del portavoz de un grupo político, en este caso Izquierda Unida,  da una imagen de la catadura moral de los dirigentes del Partido Popular. El filibusterismo político de que hacen gala todos ellos raya la delincuencia política. Porque mentir y hacer uso de la mentira como arma política es un asunto muy grave en cualquier país con un mínimo de sentido ético de la democracia y de la honestidad política. Ese tipo de actuaciones tendrían fulminantes consecuencias para quienes las practican en cualquier otro país, pero España es diferente.

El descrédito de la política y de muchos de los político no es una imaginación, es un hecho real. Un hecho real que se sustenta en actuaciones como las de la Vicepresidenta, el Presidente y todos los ministros. Porque todos ellos tienen la mentira como argumento político y el "y tu mas" como respuesta a las interpelaciones de sus mentiras, por parte de los grupos de la oposición. Del descrédito de la política solamente tienen la culpa los propios políticos.

Pero esto no sucedería si, al menos, la ciudadanía tuviera una clara conciencia de lo que significa la honestidad política. De que ciertas líneas rojas no se pueden traspasar por los políticos, que a los políticos se les debe exigir ser el ejemplo donde los ciudadanos se puedan mirar y que por tanto todo aquel que sobrepasa esas líneas rojas debe ser puesto fuera de la política y de las instituciones políticas. Pero de nuevo España y los españoles somos diferentes.

Salud, República y Socialismo.

2 comentarios:

Jesús Herrera Peña dijo...

No soy partidario de echar raseros pero lo que más destaca en la actualidad en el binomio "político = cinismo".

Urge dignificar el nobhle ejercicio de la política y para ello es necesario huir de la política/profesión.
La democracia, uno de sus pilares es la alternancia, que es lo contrario de tirarse 20 años en el mismo cargo/oficio.

Hoy decir derechas es entender "ultraderechismo"; "franquismo"; "fascismo de baja intensidad"; cinismo, deshonestidad.
¿Cómo librarnos de ello? ¿Cómo dignificar el noble ejercicio de la política?

Salú,

Lakacerola dijo...

No creo en ninguno de ellos..¿pero cómo echarlos? Me consta y con la crisis que hay..que los que le apoyan es para no perder sus puestos de trabajo por eso ponen a sus amigos y familiares en puestos privilegiados o se rodean de un montón de asesores.

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