Los indultos se han convertido en un elemento arbitrario que los gobiernos de turno utilizan no para enmendar posible injusticias sino para favorecer a sus cercanos ideológicamente o a miembros de las fuerzas de seguridad.
Si por dos veces consecutivas el gobierno de Mariano Rajoy a concedido indulto a los cuatro mossos torturadores, a pesar de contar con el informe contrario de la fiscalía; también por dos veces ha denegado el indulto a un toxicómano rehabilitado sobre el que pesan dos condenas de tres años y medio cada una por posesión de medio gramo de heroína. Que tremendo delito, traficar con algo que su valor no pasa de varias decenas de euros.
Para este gobierno es más grave un delito de menudeo que un delito de tortura cometido por funcionarios públicos cuya obligación es la de proteger a los ciudadanos a los que custodian. El problema tiene dos vertientes, uno de insensibilidad social y otro de llamada de atención sobre el modelo de represión social que pretende imponer el gobierno del Partido Popular.
Insensibilidad social porque no es otra cosa enviar a la cárcel a un ciudadano que ha pasado por el drama de la drogadicción, ha sido capaz de superarlo, se ha rehabilitado y está de nuevo insertado en la sociedad. 12 organizaciones sociales de diversa índole apoyaron la concesión del indulto y a pesar de ello el gobierno del Partido Popular lo deniega. Lo deniega a sabiendas de que su ingreso en la cárcel no va a solucionar nada sino todo lo contrario. Como dicen las organizaciones que le apoyan , el ingreso en prisión puede hacerle volver a situaciones anteriores y hacer recaer en el consumo de drogas a David Reboredo y de esta forma no habría servido para nada todo el esfuerzo de desintoxicación e reinserción social del mismo. De que sirve que el estado invierta dinero en la desintoxicación de toxicómanos si luego le quita la oportunidad de una reinserción social de verdad en la sociedad.
Por otro lado el gobierno está lanzando un mensaje a la sociedad, con su doble indulto de los cuatros mossos torturadores, de que las fuerzas de seguridad cuentan con manga ancha para reprimir la protesta social. Pase lo que pase, hagan lo que hagan, las fuerzas de seguridad estarán blindadas ante sus posibles extralimitaciones en el ejercicio de sus funciones. El Partido Popular quiere unas fuerzas de seguridad dispuestas a reprimir de cualquier forma toda protesta social y para ello no va escatimar esfuerzos en su protección y si hace falta, no dudaran en hacer uso abusivo del indulto. Todo sea por garantizarse la represión social sin rechistar.
El indulto es una potestad gubernativa arbitraria y de uso abusiva por los gobiernos de turnos y que en muchos de sus casos solo sirve para beneficiar a sus protegidos, sean estos las fuerzas de seguridad, políticos corruptos, empresarios defraudadores o delincuentes fiscales. Esta potestad que data de una ley obsoleta de hace dos siglos no tiene sentido en el actual ordenamiento jurídico, por lo que debería ser derogada o actualizada a la realidad democrática del siglo XXI.
Hoy ha entrado, injustamente, en prisión David Reboredo, hace unos días cuatro mozos torturadores evitaron su entrada, injustamente, por dos arbitrarias decisión del gobierno del Partido Popular. La desvergüenza de este gobierno no tiene limites.
Por cierto David Reboredo es miembro de Nova Esquerda Socialista, partido vinculado a Alternativa Galega de Esquerda liderada por Xosé Manuel Beirás. ¿Habrá tenido algo que ver su militancia política en la denegación del indulto? Seguro que si fuera afiliado del P.P. lo habría obtenido.
Salud, República y Socialismo.
El mejor indulto es el que no existe. Los indultos se cargan la separación de poderes, y más si se trata de beneficiar a gente afín.
ResponderEliminarSalud y República