Hay que pararles los pies

Madrid ha estado hoy sin Metro, los trabajadores no han respetado los abusivos servicios mínimos impuestos por la Comunidad de Madrid, pero la huelga de los trabajadores del Metro de Madrid es una huelga justa.

Y es una huelga justa porque la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha pasado de rosca, ha querido ser más papista que el Papa, ha querido dar lecciones de reducción de gato público a Zapatero y por eso ha querido ir más allá del decretazo. Porque el decretazo no obligaba a rebajar los salarios  a los trabajadores, que no funcionarios, de las empresas públicas dependientes de la administración. Trabajadores que a diferencia de los empleados públicos tienen su convenio colectivo por el que rigen su salario y condiciones laborales.

Ya lo comenté en una entrada anterior, Esperanza Aguirre, dos tazas en lugar de una., que a la presidenta de la Comnunidad de Madrid no le iba a ser fácil imponer sus recortes salariales a los trabajadores del Metro. Los trabajadores del Metro de Madrid no tienen el mismo espíritu de lucha que los funcionarios, están curtidos en duras confrontaciones con la administración regional en defensa de sus legítimos intereses. Y eso lo sabe muy bien Ruiz Gallardón que no se ha atrevido  a tocar el salario de los trabajadores de la EMT que están en las mismas condiciones que los del Metro de Madrid. El es más inteligente y reflexivo que la Espe-Rancia, reduce presupuesto en las partidas sociales sabiendo que eso no le va a producir conflictividad social.

Esperanza Aguirre acusa a los trabajadores de Metro de chantajear a los mas de 6 millones de habitantes de la Comunidad de Madrid porque no respetan los servicios mininos abusivos puestos por su administración y de ser unos privilegiados porque tienen un puesto de trabajo y además no quieren ser solidarios con aquellos que están en el paro. Cada vez que existe una huelga en el metro de Madrid se imponen unos servicios mínimos abusivos que los trabajadores cumplen y llevan a los tribunales, pasados un par de años los tribunales siempre les dan la razón; pero no sucede nada. A la siguiente huelga pasa otra vez lo mismo y ningún tribunal, ni la fiscalía, ni el Parlamento obliga a la Comunidad a poner una servicios mínimos justo  y negociados con el Comité de Huelga. Los trabajadores del Metro están hartos de que les chantajeen y les tomen el pelo y por eso se ven obligados a esta situación. La única responsable de la misma es Esperanza Aguirre por imponer a sabiendas unos servicios mínimos ilegales.

Y que decir de los privilegios de los trabajadores del Metro. Escuchaba hoy a un trabajador de Metro en RNE1 que ellos no eran unos privilegiados, que tener un trabajo fijo no es un privilegio, es solo un derecho constitucional y que los poderes públicos tienen la obligación de poner las bases para que todo/a ciudadano/a pueda acceder a un puesto de trabajo digno. Que privilegios son los que tienen la clase política. Y no le falta razón porque la Espe-Rancia está haciendo demagogia pidiendo solidaridad a los trabajadores con trabajo con los que no lo tienen, pero quien tiene que ser solidario con los parados es la sociedad en su conjunto y sobre todo esa parte de la sociedad que nada en la abundancia.

Por eso esta huelga de los trabajadores del Metro de Madrid es una huelga justa y hay que ser solidarios con ellos, porque tienen que ganar esta huelga porque lo que está en juego no es solo una reducción de sus salarios, está en juego  el modelo de salir de esta crisis económica. Estos trabajadores están siendo la punta de lanza contra   un modelo político que carga la crisis sobre la espalda de los más desfavorecidos y por eso hay que alentarles para que se pueda parar los pies a los que como Zapatero se rinden ante el FMI y los mercados especulativos y las que como la Espe-Rancia van un paso más adelante para que no quede duda de que a quien sirven y a quien tienen que hacer pagar los costes de la crisis económica.

Salud, República y Socialismo.