G20, de nuevo ganan los mercados

Tal como se esperaba la cumbre del G20 acaba sin compromisos efectivos para controlar a los responsables de la crisis económica. La reforma del sistema financiero y del FMI se aplaza a la cumbre de noviembre en Corea del Sur.

Todos contentos, todos sonrientes en la foto de familia y cada país seguirá haciendo lo que le parezca para salir de la crisis y mientras en dos días se han gastado casi mil millones de euros para hacerse una foto de familia, una declaración de intenciones y detener a mas de 600 activistas antiglobalización.

Para EE.UU. lo importante era la inversión para salir de la crisis y para la UE recortar el déficit público. Que paradoja, que el país del capitalismo aplique recetas socialdemócratas mientras la vieja Europa aplica las políticas mas conservadoras que solo van a producir perdida de bienestar social, mas paro y ralentizar la recuperación económica. EE.UU, con un déficit del 11% apuesta por seguir invirtiendo para favorecer la recuperación económica, porque a pesar de su elevado déficit no tiene problemas para que los mercados le financien su déficit y así apostar por la inversión pública que impulse la recuperación económica y esos mismos mercados son los que chantajean a la vieja Europa a la hora de financiar sus déficit.

Decepcionante también la actitud hacia la tasa bancaria. Cada cual arrima el ascua a su sardina y al final la tasa bancaria se diluye como un azucarillo en el café. Quienes tuvieron problemas con sus bancos como EE.UU. y la UE apostaron por una tasa que sirviera para sufragar futuras crisis financieras mientras Canadá y los países emergentes que no padecieron la crisis bancaria se resisten a imponer una tasa a sus banco, por lo que al final cada país hará con la tasa a los banco lo que crea conveniente. Y ¿que pasó con la tasa a las transacciones financieras internacionales? pues que se queda para mejor ocasión.

La economía se globaliza, los mercados se coordinan e imponen sus dictados a los gobiernos, que son incapaces de coordinarse mínimamente para evitar que los especuladores vuelvan a las andadas y provoquen una nueva crisis de la que ellos saldrían reforzados. Que lejos quedan aquellos deseos de reformar el capitalismo, el sistema financiero internacional y los mercados especulativos, todo palabrería porque al final lo estados no se atreven a actuar contra los responsables de la crisis económica, prefieren el camino fácil de hacer pagar los efectos de la crisis a los más débiles.

¿Porque no dejan de engañarnos? y en lugar de montar esas cumbres que solo sirven para gastar dinero de los contribuyentes y hacerse una fotografía muy sonrientes todos, dimiten  y que sean los mercados especulativos los que nos gobiernen, al menos así tendremos claro hacia donde lanzar nuestras iras.

Salud, República y Socialismo.