domingo, 24 de enero de 2016

39 aniversario de los asesinatos de Atocha 55

Hoy se ha cumplido el 39 aniversario de los asesinatos del despacho de abogados laboralistas de CC.OO. de Atocha 55. La barbarie fascista quería acabar con el incipiente camino hacia la democracia pero no lo consiguieron.

Para mi y para muchos otros compañeros de la entonces Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), este aniversario tienen un significado espacial. Este año es también el 40 aniversario de la mayor movilización obrera realizada en Telefónica en su historia. Lo es porque uno de los asesinados, Ángel Rodríguez Leal, administrativo del despacho de abogados, fue uno de los lideres destacados de esa lucha y por eso fue despedido de la empresa. Ángel, mientras se trabajada por su readmisión y la de los otros 53 compañeros y compañeras despedidos, comenzó a trabajar en ese despacho.

Por eso en este 39 aniversario de la matanza de Atocha mi recuerdo y el de los que fueron sus compañeros va en espacial hacia él.  Porque si el no se hubiera destacado en la lucha de abril de 1976 y despedido por eso, quizá no hubiera entrado en la carambola que condujo a su asesinato. Ese año de 1977 fue un año convulso, venia precedido por las grandes movilizaciones obreras y sociales de 1976, que forzaron el proceso democratizo. Un año y un mes, enero, en el que, ademas de los asesinatos de Atocha 55, se produjeron los secuestros de Oriol y Villaescusa por parte de ETA y la muerte a manos de la policía de dos estudiantes, Arturo Ruiz y María Luz Najera. Un año y un mes que acababa con el asesinato de 4 abogados y un administrativo.

Quiere recordar a Ángel y la situación política y social de ese momento recuperando la editorial del primer número de la revista de las Comisiones Obreras de Telefónica, editada en febrero de 1977.

"Ángel Rodríguez Leal, compañero de Telefónica. Despedido por luchar en favor de la libertad. Sin más defectos ni virtudes que cualquiera de nosotros.

Has encontrado la muerte en plena lucha y te has convertido a la vez en una causa que no es la venganza, sino la repulsa contra la violencia y contra toda traba para la libertad."

"Temprano levantó la muerte el vuelo
Temprano madrugó la madrugada
Temprano estás rodando por el suelo."
Sirvan estos versos para recordar a nuestro compañero Ángel Rodríguez Leal asesinado, junto con cuatro abogados en el despacho laboralista de Comisiones Obreras de la calle Atocha, 55.
Todas las organizaciones democráticas de la oposición, así como las centrales sindicales han condenado unánimemente estos atentados, así como los secuestros (Oriol y Villaescusa) y los asesinatos posteriores de miembros de la Policía Armada y Guardia Civil. Deseamos aclarar que no es nuestro deseo ensalzar a las fuerzas del llamado Orden Público, pues muchos de nosotros hemos sufrido las consecuencias de la actuación de estas fuerzas en manifestaciones, detenciones, disolución de asambleas, etc.
Pero nos vemos en la obligación de condenar estos hechos:
Porque no es el terrorismo la forma de mejorar esta sociedad y estos actos perjudican principalmente a la clase trabajadora, principal motor y protagonista del movimiento democrático surgido en nuestro país.
Porque el objetivo de estos actos está muy claro, provocar, primero con el secuestro del Teniente General Villaescusa al Ejército; segundo, a la Policía Armada y tercero, a la Guardia Civil, en suma, el intento de crear un clima de violencia y miedo para provocar la intervención de las Fuerzas Armadas, para poner paz, una paz represiva al modo de Chile o Argentina, que ha costado la vida a decenas de miles de trabajadores, demócratas, socialistas o comunistas chilenos.
Si llegamos a la conclusión de que la finalidad de que estos asesinatos es alterar el proceso democrático como el mismo Gobierno ha reconocido, la solución sólo puede ser una, la aceleración del proceso, legalizando las organizaciones sindicales y partidos, pues sólo en la demora y lentitud está la baza de estas bandas armadas.
De igual manera, la represión del Gobierno únicamente debe ir orientado hacia la desarticulación de estos grupos armados sean del signo que sean, y no hacia las organizaciones de trabajadores que tantos años han estado duramente perseguidos y que ahora precisamente las perspectivas de legalización están cercanas.
A pesar de todo, la mayoría de los españoles, hemos comprendido el objetivo y la reacción ha sido firme, más de dos millones de trabajadores en huelga y doscientas mil personas en la concentración de duelo ante el Colegio de Abogados. (10.000 según la T.V.E.).
Es de destacar para nosotros la actitud de repulsa y condena del Colegio de Abogados, la suspensión de juicios en la Magistratura en señal de duelo y el cierre de la Universidad por la muerte de dos estudiantes. (Arturo Ruiz y Mª Luz Nájera).
Pero también merece comentario aparte la actitud de la Dirección de la C.T.N.E., quien ni siquiera ha transmitido el pésame a la familia de Ángel Rodríguez Leal, y ha hecho caso omiso de la petición del Jurado de un día de luto, así como a la petición de que se considere a Ángel readmitido a fin de que su familia, en no muy buenas condiciones económicas, los derechos que en activo pudieran corresponderle.
No es que nos importe demasiado el protocolo, pero hubiera sido un detalle por su parte, haber puesto la bandera del edificio de Gran Vía a media asta, más ni siquiera esto. A todas las peticiones, incluida la AMNISTÍA LABORAL, los Sres. Presidente y Consejero Delegado, respondieron con negativas y risitas burlonas. Lamentable actitud la de aquéllos que tienen la obligación de dar ejemplo y no de hacer aún más difícil la convivencia en nuestra Empresa.
Salud, República y Socialismo.

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