Estamos muy acostumbrados a escuchar las payasadas y ocurrencias de muchos empresarios. Empresarios que son muy poco imaginativos a la hora de hacer viables sus empresas, porque lo único que se les ocurre para ello es abaratar los costes salariales. Uno de ellos ha ido mucho más allá, José Ángel Grego
José Ángel Grego no es un empresario cualquiera, es el presidente del Círculo Empresarial Leonés. A este preclaro emprendedor ya no le basta con reducir los costes laborales, incrementar las jornada laboral, el poder desempacharse de los convenios o con modificar las condiciones laborales de sus trabajadores como le permite la reforma laboral del P.P. Este empresario tiene unas ideas muy personales de las relaciones laborales porque dice que "¿Por qué el trabajador no le paga 45 días por cada año que la empresa le ha estado pagando un sueldo y le ha dado trabajo?". Y después de esta burrada se queda tan ancho.
Tenemos un empresariado que no nos lo merecemos. Desde expresidentes de la patronal, Diaz Ferrán, encarcelado por delitos fiscales, descapitalización de empresas y otras muchas cosas mas, hasta presidentes de patronales recientemente reelegidos, Arturo Fernández, que son presuntos delincuentes y que pagan a sus trabajadores en "B". Pasando por una fauna que defrauda a Hacienda, contrata a tiempo parcial y obliga a trabajar a tiempo completo, que no paga las horas extras a sus trabajadores y un sin fin de anomalías propias del feudalismo y no del siglo XXI.
Hoy una buena parte del empresariado español no sabe competir sino es reduciendo los costes salariales. Tienen la idea de que hay que trabajar por la comida y techo y que la regulación de los derechos de los trabajadores es una anacronismo del siglo pasado. Con la ayuda del Partido Popular lo están consiguiendo, porque muchos trabajadores ya no trabajan siquiera por comida y techo. Porque hoy en día tener una trabajo no es sinónimo de tener una vida digna. Miles y miles de trabajadores no alcanzan con su salario a sobrepasar el umbral de la pobreza, es decir no trabajan siquiera por comida y techo.
Algún energúmeno como el presidente de la patronal leonesa piensa que aún es posible darle una vuelta de tuerca mas a la precaria situación del mercado laboral español. Hay que pagarle al empresario por lo bueno que es por dar trabajo precario a una persona. Esto no es ya ni siquiera fascismo, es simplemente esclavismo. Este empresario debe ser un indocumentado que no sabe siquiera lo que es la fuerza del trabajo y que esta tiene un valor. Y aunque ellos quieran permanentemente devaluar ese valor, eso forma parte que de la plusvalía de sus productos y si un trabajador tiene derecho a una indemnización cuando es despedido injustamente, eso es una contrapartida a la facilidad que se le otorga al empresario para poder despedir.
Luego los políticos que nos gobiernan se llevan las manos a la cabeza cuando los ciudadanos responden a sus abusos y a los abusos de sus patronos con una mas o menos contenida violencia. Lo que hay entre la ciudadanía es demasiada paciencia.
Salud, República y Socialismo
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