Mariano Rajoy ha pretendido zanjar hoy todo el problema en relación al caso Bárcenas, con la aceptación de que fue un error confiar en un falso inocente, que ahora es un presunto delincuente, cuando en realidad todo este asunto es un problema de corrupción generalizada en el Partido Popular.
El Partido Popular no tiene a un tesorero acusado de delitos graves, si no que tiene, o ha tenido, a sus últimos cuatro tesoreros imputados en delitos de corrupción política y financiación ilegal del partido. Choca mucho la versión del error y comprobar que todos sus últimos tesoreros están inmersos en imputaciones por delitos de corrupción y financiación ilegal. Mas bien parece que en el P.P. existía un entramado organizado para conseguir financiación ilegal de las empresas concesionarias de obras y servicios públicos. Un entramado, que como hoy ha reconocido Rajoy, se utilizaba para pagar sobresueldos a unos pocos privilegiados dirigentes del P.P. Y mientras tantos, de manera desvergonzada, se exigían enormes sacrificios a los trabajadores para salir de una crisis que ellos no habían creado.
Cuando ya está mas que demostrado, por peritos calígrafos, la veracidad de la contabilidad B del P.P. -los papeles de Bárcenas- y que estos han sido elaborados a lo largo de 20 años; nadie con un mínimo de inteligencia puede creerse que Barcena haya estado creando a lo largo de esos 20 años una contabilidad falsa por si algún día las cosas le fueran mal con su partido, utilizar "esa contabilidad falsa" para chantajear al P.P.
Rajoy miente, miente en mucha cosas mas, cuando dice que "se equivocó al confiar en Bárcenas". Bárcenas es una pieza indispensable para la financiación ilegal del P.P. Porque el P.P. cuando ya se conocía la existencia de las cuentas suizas de Bárcenas, le seguía pagando un salario, uno de los mejores salarios del P.P., le mantenía secretaria, despacho, vehículo y chofer y además le pagaba, a Bárcenas y señora, la defensa jurídica. Pero además el P.P. ha sido expulsado por el juez Ruz de su personación en la causa Bárcenas porque ejercía de defensor de Bárcenas y no de defensor de los intereses del P.P, o acusador de Bárcenas.
Pero no solo eso, cuando ya Bárcenas está en la cárcel aparecen los famosos SMS, donde Rajoy se solidariza con su extesorero y su mujer, dándole ánimos y decidiéndole que sea fuerte. Acaso alguien se solidariza con quien ha sido desleal a la "familia" o se solidariza porque es uno de los suyos.
Son demasiadas las evidencias existentes en estos momentos que no hacen creíbles las declaraciones de Rajoy y en todo caso solo por el hecho de haber cometido el "error" de equivocarse con su extesorero, Mariano Rajoy tiene una grave responsabilizad política. Una responsabilizad política que no se dirime en los tribunales como nos ha llegado a decir en su comparecencia parlamentaria, si no que se dirime en el terreno de lo político. Pero aquí estamos en lo de siempre, las responsabilidades políticas solamente son exigibles al contrario no al propio. Estamos malacostumbrado a que el verbo dimitir sea tan solo un arma arrojadiza contra el opositor político. En cualquier país con una minina tradición democrática, el asunto Bárcenas se habría llevado ya por delante a un importante número de pollitos populares.
Rajoy hoy a vuelto a defraudar a millones de españoles. Es muy posible que haya contentado a los más fervientes seguidores del P.P. Pero eso no va a valer para nada porque si Bárcenas ya debía tener clara su soledad, a partir de hoy la tendrá mucho mas clara. Ya nada le liga al P.P. y como cualquier acorralado se defenderá con uñas y dientes y acabará muriendo matando.
Salud, República y Socialismo
Los peperos, desde hace poquito tiempo, vienen llamándole a Bárcenas delincuente (así, sin el presunto delante) para que pensemos que es un delincuente que funcionó en solitario. Que es un caso rarísimo dentro del PP.
ResponderEliminarPero la realidad es que Luis Bárcenas es uno más de los componentes de una banda de delincuentes trincones que desde hace muchos años vienen haciendo maravillas con los generosos donativos que les dan algunos de los grandes empresarios.
Ojalá como dices, Antonio, que Bárcenas muera matando.
(Todo ello en sentido metafórico, ya que yo no deseo la muerte real para nadie).
Pero que muera matando a esa pléyade de hipócritas corruptos que han arrojado al noble arte de la política, en un verdadero pozo de mierda pura.
Saludos,
Debemos ser la rechufla de Europa. Vergüenza me da ser española.
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