La vicepresidenta del gobierno, Soraya Sainz de Santamaría, se la ha tenido que envainar. El juez ha archivado la denuncia que su marido puso por el escrache, que miembros de la PAH, realizaron a la puerta de su domicilio.
Dice el juez de Instrucción nº 4 de Madrid, Marcelino Sexmero, que el escrache no es delito, si no un acto de libertad de expresión y del derecho de manifestación. Resalta el juez que en el acto en ningún caso hubo coacción, ni violencia, ni amenazas, ni tan siquiera se invadió la intimidad de la vicepresidenta.
Pero quizá lo más importante es que el juez afirma que en los políticos el derecho a la intimidad cede ante los derechos colectivos de expresión y manifestación. Es decir que a los políticos les va en el sueldo el tener que soportar la manifestación de la critica por parte de la ciudadanía, con el único limite de la violencia. Esto choca con la idea que el Partido Popular tiene de los políticos, sobre todo los suyos, los que parece que están dotados de una especie de inmunidad contra la critica. Es el modelo antidemocrático de la democracia por la cual los populares piensan que el único derecho democrático de la ciudadanía es el de ejercer el derecho al voto una vez cada cuatro años.
El Partido Popular no admite criticas a sus políticas de recortes y por ello criminaliza cualquier manifestación de protesta de la ciudadanía, con las excusas de la no autorización de un acto o de una inexistente violencia o acoso. Para ello utiliza a la policía y los jueces para intimidar a los ciudadanos que pacíficamente ejercen el derecho a la protesta, mediante la concentración, manifestación, escrache o cualquier otro método de protesta. Su objetivo no es solo imponer unas políticas de recortes injustas si no que, además, pretenden blindarse frente a las criticas de los ciudadanos
Pero ni van a evitarlo porque la ciudadanía no se va a dejar intimidar por la represión policial o judicial, ni van a conseguir blindarse porque cada vez mas, los jueces que no aceptan sus ilegitimas denuncias. Hasta el Presidente del Consejo General de Poder Judicial, Gonzalo Moliner, considera que "Los escraches son un ejemplo de libertad de manifestación" siempre que no se utilice la violencia. Y por eso el juez Marcelino Sexmero ha absuelto a las 29 personas denunciadas por el marido de la vicepresidenta.
Salud, República y Socialismo
De vez en cuando la judicatura nos da alegrías. Esperemos que haya más. Y de esta sabihonda triste lo más que se puede decir es que es una sin-gracia y una abrazafaloras de Marianín.
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