Este 82 aniversario de la proclamación de la II República española tiene algo de especial, la monarquía se encuentra con el menor respaldo desde su proclamación en 1975.
La monarquía, al menos la monarquía española, es un sistema corrupto por naturaleza como lo es cualquier sistema basado en la opacidad y la impunidad de sus miembros. El Borbón, ahora que sus corruptelas han dejado de ser privadas para pasar a ser públicas, ha quedado en entredicho seriamente, sus connivencias con el franquismo, su dudosa actuación ante el golpe de 23F, su no transparente herencia y su menos transparente fortuna, sus oscuros negocios, sus amoríos, su pocos éticas actuaciones personales y por último su relación con el escándalo Noos; han hecho que su carisma esté por los suelos y su credibilidad y popularidad más aún.
Y ahora cuando la monarquía pasa por sus más bajas horas, los defensores de esa corrupta y obsoleta institución sacan a la opinión pública el debate de la abdicación del Borbón. Un falso debate que solo pretende desviar la atención sobre el verdadero debate, que no es otro que el cambio de modelo de estado. Los monárquicos y los que los apoyan, entre ellos el P.P. y el PSOE, pretenden limpiar la mala imagen de esta institución intentando un simple maquillaje de la misma. Pretender que con la llegada del Borbón hijo se acabarían lo problemas de corrupción que rodea a la institución monárquica es lo mismo que poner aun dictador en lugar de otro, porque la esencia del sistema permanece intacta.
Han tenido que salir a la luz pública las corrupciones del sistema monárquico para que los partidos defensores de tal sistema (P.P. y PSOE) se animen a introducir algún elemento de transparencia en la monarquía española. El problema no es solo de transparencia, el problema principal es su sentido antidemocrático y el sentido de impunidad penal de su representante. ¿Que importa llegar a saber que el monarca es un corrupto si no es posible juzgarle por ese delito u otros?
Por eso no nos deben confundir, el debate no es abdicación si o no. El debate es sobre el modelo de estado, entre monarquía y República. Entre otras cosas porque el Borbón no va a abdicar porque dada la situación actual de la legislación española, si el Borbón abdica perdería su inmunidad y pudiera ser incriminado y juzgado por sus presuntas corruptelas.
Por eso hay que redoblar esfuerzos para que cada día un mayor numero de ciudadanos y ciudadanas, vean a la monarquía como lo que es, un sistema corrupto y obsoleto, un sistema que en la crisis económica se apuesto de lado de los poderosos y en enfrente de los débiles. No es un problema de personas, es un problema institucional. Que pena oír decir a Rubalcaba que él es republicano, pero que acepta la monarquía por el compromiso de la transición. Por opiniones como esta, la monarquía se sustenta aún en este país.
Hoy mas que nunca,
Salud, República y Socialismo.
Los valores que representó la II República todavía están lejos de alcanzar. Y entre ese dueto PP y PSOE nos están haciendo tragar monarquía aunque cada vez sabe peor. Esperemos que la familia siga haciendo de las suyas y se autosuicide.
ResponderEliminarSalud y República