De Hitler a Videla pasando por Mussolini y Franco

Habemus Papam y no parece que la iglesia oficial sea capaz de desmarcarse de los que han sido los hábitos y tendencias oficiales del pasado siglo XX.

La connivencia de Pio XI con el fascismo mussoliniano le llevó a pedir abiertamente el voto para el partido fascista de Mussolini en las elecciones de marzo de 1929, calificando a este como “un hombre enviado a nosotros por la Providencia”. También Pío XI bendijo personalmente las tropas italianas que partían para la conquista de Abisinia.

Su sucesor Pio XII no le fue a la zaga haciendo de su anticomunismo una autentica cruzada. En 1948, Pío XII declaró que cualquier italiano católico que apoyara a los candidatos comunistas en las elecciones parlamentarias de ese año sería excomulgado e instó a Azione Cattolica para que apoyara al Partido Demócrata Cristiano Italiano. En 1949, autorizó a la Congregación para la Doctrina de la Fe a excomulgar a cualquier católico que militara o apoyara al Partido Comunista. A la vez que combatía el comunismo, no dudo en pedir clemencia para los criminales de guerra nazis convictos de horrendos crímenes de guerra durante la ocupación nazi. Sin olvidar el reconocimiento inmediato del régimen fascista del general Franco a cambio de los grandes beneficios y prebendas que obtuvo con la firma del concordato con la dictadura franquista.

De Benedicto XVI se le reconoce su pasado en las juventudes hitlerianas  formando parte en el "Reichsarbeitsdienst" que era un servicio de defensa alemán.Todo esto antes de ser ordenado sacerdote.

Y de su reciente sucesor sucesor, Francisco I, además de jesuita es sospechoso de connivencia con la dictadura argentina de Videla. Su pasado más oscuro le hace cómplice de la desaparición de dos sacerdotes argentinos. También las madres y abuelas de la plaza de Mayo le acusan de ser menos complaciente con los niños raptados que con sus raptores. En este video el periodista periodista y presidente del Cels, Horacio Verbitzky, afirma que "En la audiencia negó algunos hechos que tengo claramente documentados", en referencia a la declaración de Bergoglio (Francisco I) en la causa Esma.

Escalofriante, también, el texto de María Cristina Saborido Ex-detenida-desaparecida Pozo de Banfield/Quilmes/Argentina en Julio/1977, publicado hoy en Nueva Tribuna.

La iglesia católica jamás ha pedido perdón por sus connivencias con los regímenes dictatoriales fascistas a lo largo del siglo XX. La iglesia católica española que elevó el golpe militar del general Franco a la categoría de cruzada tampoco ha reconocido nunca su complicidad en los cientos de miles de asesinatos que produjo la larga noche del fascismo español. Son demasiadas coincidencias, demasiados silencios y demasiadas complicidades de la iglesia católica con regímenes criminales para pensar que ahora vaya a cambiar algo. Francisco I va a tener que demostrar mucho su aparente imagen de obispo de los pobres, que evidenciar que la jerarquía de la iglesia católica ha dado un giro en su práctica oficial.

Salud, República y Socialismo.