Margaret Thatcher llevó a cabo la privatización del servicio nacional de salud británico (NHS), privatización que no fue revertida durante los gobiernos del Partido Laborista. Ahora se esta confirmando la triste realidad de la perversión de la privatización de la salud.
La realidad del NHS es que en solo un hospital se han podido producir unas 1.200 muertes innecesarias de pacientes entre los años 2005 y 2009. Esa es la conclusión de un informe oficial realizado sobre el hospital de Stafford. Esto es solo la punta del iceberg de la sanidad británica. En los próximos días se conocerá el informe sobre otros cinco hospitales, Colchester, Tameside, Blackpool, Basildon y Lancashire, de los que se sospecha que se encuentra en situación parecida al de Stafford. Se calcula que las muertes innecesarias en estos hospitales pueden llegar a 3.000.
Esta es la consecuencia de un modelo privatizador que se ha basado en la consideración de la salud como un negocio y no como un servicio público. Las empresas concesionarias priorizaban la obtención de los beneficios frente a la calidad del sistema. El informe ha identificado al culpable: “es la cultura del NHS, que mira por el negocio y no por los pacientes”.
A fin de reducir costes, el hospital de Stafford, y posiblemente los demás que van a ser investigados, permitía que parcelas crecientes del tratamiento de los enfermos quedara exclusivamente en manos del personal auxiliar, por debajo del nivel de los enfermeros y enfermeras, que en Reino Unido no tiene que someterse a ninguna prueba ni figurar en registro colegial alguno para ser contratado. Las negligencias llegaban hasta permitir que las recepcionistas eran quienes determinaban quién era o no aceptado para su ingreso. Todo ello con el único objetivo que reducir costes.
Verdad que todo esto empieza a sonar en nuestro país. El Partido Popular está implantando en España el modelo sanitario de Margaret Thatcher y con ello implanta también todas sus miserias. El objetivo es el mismo, primar la rentabilidad económica frente a la rentabilidad social. Su efectos ya se están viendo a través de copagos, medicamentazos y recortes en las prestaciones. La saturación, el incremento de las listas de espera y la eliminación de tratamientos por motivos económicos es la nueva realidad de la sanidad pública española.
En estos días estamos viendo como el hospital de La Coruña está siendo denunciado por la saturación de sus urgencias. Largas horas de espera, enfermos que pasan mas de dos días en urgencias por falta de camas, o que pasan una noche sentados en un sillón. Estas son las consecuencias del caos que se ha originado en el hospital de La Coruña. Esto está generando que las urgencias se conviertan simplemente en un almacén de pacientes.
En Madrid hemos visto como personal sanitario que debería ser pagado por la empresa concesionaria, continua siendo pagado por la Comunidad de Madrid. O como las empresas concesionarias exigen mayores cantidades de dinero para continuar desarrollando la actividad adjudicada. Todo esto pone en cuestión la justificación de la privatización del sistema, la reducción de costes.
Esto es la consecuencia de un sistema sanitario donde se prioriza el beneficio económico sobre la calidad. Lo sucedido en el NHS británico, además de un tragedia, es una llamada de atención de que sucederá con el sistema de salud español. La única diferencia es que hasta ahora no se han detectado muertes innecesarias. Si no se corrige el modelo el aspecto mas negativo también llegará.
Salud, República y Socialismo.
Esto es lo que traen las privatizaciones. Los beneficios a costa de la salud.
ResponderEliminarSalud y República