Hoy se ha vivido un bochornoso espectáculo en la sesión de control parlamentario al gobierno. Tanto PSOE como P.P. han reclamado al contrario limpiar sus casos de corrupción, pero sin aportar alternativa alguna para paliar esta lacra social y política.
Frente al acusación de Rubalcaba hacia Rajoy de que "Usted tiene un problema de corrupción, actúe usted con contundencia, celeridad y ejemplaridad", la respuesta de Rajoy solo fue devolverle la pelota a su tejado: "Estoy de acuerdo con combatir la corrupción y solo se me ocurre hacerle a usted las mismas recomendaciones que me ha hecho a mí". Lo que evidencia que los grandes partidos están mínimamente interesados en poner freno a la corrupción que impera en el país. Solo ven en la corrupción un arma arrojadiza contra su rival político.
Pero sí hay alternativas a la corrupción política. Las que Cayo Lara, Coordinador General de IU, presentó el pasado lunes en rueda de prensa y a las que volvió a referirse en el pleno de hoy en el Congreso, ante el estéril debate entre Rubalcaba y Rajoy.
Cayo Lara exigió a Rajoy la celebración de un pleno monográfico para debatir la corrupción política y adoptar medidas para erradicarla. La respuesta de Rajoy solo fue la remisión a la Ley de Transparencia.
La proposición no de ley presentada por IU contra la corrupción contiene hasta 41 medidas para luchar contra esta lacra social y política. Entre las medidas concretas que Izquierda Unida incluye en la proposición se plantea ampliar los tipos penales relacionados con la corrupción –para corruptos y corruptores- y endurecer las penas que se les apliquen, incluyendo inhabilitaciones de hasta 30 años. En el mismo sentido, se establezcan procedimientos de urgencia en los expedientes judiciales en los que se encuentren imputados cargos públicos.
Para mejorar la actuación de todo lo que tiene que ver con posibles casos de corrupción política se recogen distintas propuestas relacionadas con los cargos públicos, como la regulación de sus salarios, la prohibición de que reciban obsequios o invitaciones de contratistas de la institución y una nueva regulación de las incompatibilidades.
También se establecen medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, de control de los procesos de contratación en las administraciones públicas y de control interno y externo de los procedimientos urbanísticos de planeamiento, recalificación y licencia.
Se completa con la exigencia de refuerzos para la Agencia Tributaria, el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias del Banco de España (SEPBLAC), la Fiscalía Anticorrupción o las fiscalías de los Tribunales Superiores de Justicia de las comunidades.
La iniciativa parlamentaria de IU insta también a la reglamentación de los ‘lobbies’, la limitación de los gastos en las campañas electorales, la prohibición de las donaciones a los partidos políticos, así como a fundaciones y asociaciones ligadas a ellos por parte de empresas contratadas por las administraciones públicas.
Especial significación tiene también la obligación por ley que se plantea para que los diputados tránsfugas devuelvan su escaño a la candidatura en la que fueron elegidos.
La corrupción política no es un problema reciente, es un problema que nos viene de lejos y que ningún partido de los que nos ha gobernado hasta ahora ha tenido el más mínimo interés en atajar. Solo cuando se destapan casos escandalosos, como el actual de la trama de financiación de P.P., se reabre el debate pero solo para utilizarlo como arma electoral contra el rival político, no para poner soluciones al problema.
La corrupción tiene solución. Hay alternativas, solo falta voluntad política.
Salud, República y Socialismo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe, comenta y disiente con total libertad de expresión. El único limite la mentira y el insulto.