Convocados por CC.OO. y UGT, mas de 150 organizaciones sindicales y sociales han constituido la CUMBRE SOCIAL contra los recortes. La CUMBRE SOCIAL tiene como objetivo impulsar "una marea ciudadana" que obligue al Gobierno a rectificar.
La CUMBRE SOCIAL no se constituye para convocar acciones puntuales sino para llevar adelante una movilización continuada cuyo primer gran hito es una gran Marcha a Madrid para el sábado 15 de septiembre y promover un referéndum
para que la ciudadanía pueda pronunciarse sobre la política del
Gobierno.
El objetivo es que millones de ciudadanos se movilicen el 15 de septiembre para exigir al gobierno la rectificación de su política de recortes. El gobierno del partido Popular ha cometido un fraude electoral dado que ganó las elecciones pasadas con una programa que tiró a la papelera al día siguiente de su victoria. Por eso es la exigencia de la convocatoria de un referéndum que rectifique o no la política de recortes aplicada por el gobierno del P.P. Si el gobierno rechazara esta posibilidad, seria la CUMBRE SOCIAL quien conviocaría esa consulta popular. En el espíritu de la CUMBRE SOCIAL está la convocatoria de una huelga general no solo con un sentido laboral sino también social, para que el conjunto de la sociedad española pueda expresar su rechazo a las políticas de recortes del Partido Popular que están siendo tremendamente lesivas, inútiles y suicidas en términos económicos,
porque empobrecen a la mayoría de la sociedad y deterioran el modelo
social.
DECLARACIÓN
DE LA CUMBRE SOCIAL
Cuando en la segunda mitad de 2008, la
economía productiva de Estados Unidos y Europa se empieza a contagiar del
enorme fraude iniciado en el sistema bancario norteamericano con la emisión de
unos sofisticados productos financieros por valor de billones de dólares, los
dirigentes políticos europeos no se pusieron de acuerdo sobre el impacto de la
crisis. Unos negaron reiteradamente que la crisis financiera llegara a adquirir
la dimensión de crisis económica y productiva internacional; otros agitaron en
sus respectivos países el deterioro de los grandes indicadores macroeconómicos
para arremeter contra sus adversarios políticos en el Gobierno y acusarles de
incapacidad e insolvencia. Reclamaron desde la oposición las conquistas del
Estado de bienestar y proclamaron solemnemente su compromiso con los derechos
sociales y laborales.
Unos y otros desoyeron las iniciativas de
voces autorizadas de la economía y fundamentalmente del movimiento sindical, exigiendo otra política para salir de la crisis y medidas para la
reactivación económica, el empleo y la cohesión social. Después de vagas
promesas de inversión pública dirigida a activar la creación de empleo, los
mandatarios de todo el mundo abrazaron la misma política que había provocado la
crisis: fuerte desregulación de derechos, incompatibilidad entre el Estado
social y el equilibrio de las cuentas públicas, y máxima prioridad para
contener el déficit en el menor tiempo posible. Tras cuatro años de liberalismo
en estado puro el resultado no admite dudas: más crisis, más recesión, más
desempleo, menos cohesión social, menos Estado e incremento sostenido de la
injusticia y la exclusión social. La política y la democracia empezaron a ser
derrotadas por la economía especulativa y los mercados financieros.
Un fraude
democrático
En España, la situación se nos antoja
paradigmática. Los que gobernaron ayer acabaron asumiendo “por responsabilidad”
los postulados del neoliberalismo. Los que lo hacen hoy ganaron las elecciones
con un programa y gobiernan con otro. Un
descarnado ejercicio de fraude democrático que en el caso del Gobierno de Mariano Rajoy
parece no tener límites. En poco más de seis meses ha acabado con la
arquitectura del derecho laboral que surgió de la transición democrática; hace
más difícil la vida a las personas en paro; empobrece a la inmensa mayoría de
asalariados y pensionistas; se muestra hostil con la inmigración; niega el
presente y el futuro de los jóvenes; ensancha el territorio de la desigualdad
entre géneros y vuelve a negar el derecho de las mujeres a decidir sobre el
aborto; corta de raíz la cooperación al desarrollo; penaliza la actividad de
los autónomos; ningunea la investigación y la ciencia; abandona a las personas
dependientes y a quienes les atienden; arrincona la cultura; deteriora los
servicios públicos y asesta un duro golpe a la educación y sanidad públicas;
cuestiona y/o niega derechos y libertades en una acusada deriva autoritaria;
exhibe una voluntad enfermiza de perseguir a los sindicatos y colectivos de
representación ciudadana; se obsesiona con el déficit; olvida la inversión
pública, la actividad económica y el empleo; camina inexorablemente hacia los 6
millones de parados a finales de 2012. Y todo ello para tratar de encontrar la
confianza de los mercados financieros y de la Unión Europea, que
no solo no logra, sino que recibe a cambio humillación y desprecio.
Ha llegado el
momento de decir basta
Así lo demuestran miles de ciudadanos y
ciudadanas que salen a la calle en distintos puntos del país -quizás por
primera vez en mucho tiempo- para defender sus derechos. El 19 de julio fueron
millones de personas las que llenaron las calles de España para rechazar los
recortes del Ejecutivo. Y en agosto volverán a salir manifestarse a pesar del
periodo estival.
No vamos a parar
En septiembre, las organizaciones que hemos
participado en la Cumbre
Social nos proponemos intensificar la movilización social y
democrática para hacerla más contundente y masiva. Recurriremos a todos los
instrumentos que la
Constitución pone en nuestras manos y expresaremos el firme
rechazo de la mayoría de la sociedad a unas medidas que arruinan la economía,
contraen el consumo y quiebran el modelo de convivencia de los últimos 35 años.
El 15 de septiembre
centenares de miles de ciudadanos y ciudadanas marcharán a Madrid desde todos
los rincones de la geografía española para decir NO a tanta injusticia. De inmediato emplazaremos al Gobierno a que no prolongue ni profundice una
política tan ineficaz como injusta y convoque un referéndum para que la
ciudadanía se pronuncie sobre las medidas aprobadas. Si no lo hiciera, seremos
las organizaciones de la
Cumbre Social las que llevemos a cabo la convocatoria de una CONSULTA POPULAR y con el resultado de la misma actuaremos en
consecuencia.
ASÍ NO SE PUEDE SEGUIR
EL 15 de
septiembre centenares de miles de ciudadanos y ciudadanas marcharán a Madrid
desde toda la geografía española para decir NO a tanta injusticia
Salud República y Socialismo.
Mi apoyo total a esta cumbre social y al referéndum que se quiere convocar.
ResponderEliminarSalud y República