Bono, la vergüenza del parlamento español

20 de julio de 2011

Bono se supera cada día a si mismo. Cada día se empeña en demostrar que su reaccionarismo es más fuerte. Defensor a ultranza de los privilegios de la iglesia católica, azote de viejos republicanos españoles y ahora justificador del golpe de estado y represión franquista.

Bono había aceptado en la Junta de Portavoces elaborar y leer en el Parlamento una declaración condenatoria de la dictadura franquista y sus crímenes. En lugar de eso utiliza las palabras de Azaña para no verse obligado a condenar el golpe y el genocidio provocado por los fascistas:

"...cuando la antorcha pase a otras manos, a otros hombres, a otras generaciones, ..., si alguna vez sienten que les hierve la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia y con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en los muertos y que escuchen su lección: la de esos hombres, que han caído embravecidos en la batalla luchando magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna, ya no tienen odio, ya no tienen rencor, y nos envían ... el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: Paz, piedad, y perdón".

Bono mete en el mismo saco unas declaraciones hechas en un contexto de derrota militar y que van más dirigidas a los vencedores que a los vencidos y una realidad que se viene sufriendo desde la misma derrota de los defensores de la legalidad republicana, la represión primero y la falta de restitución de la dignidad después. Bono, con su falta de delicadeza habitual, rechaza cualquier mención a la represión y genocidio franquista y evita por enésima vez que el Parlamento Español rechace y condene de manera clara la dictadura y la represión franquista. Bono ofende no solo ofende a los miles de represaliados republicanos sino a todas  las personas de convicciones demócratas que trabajan por la justicia social y rechazan la violencia y el asesinato por motivaciones políticas.

Bono ofrece en bandeja de plata una coartada al P.P. para no verse en la tesitura de mantenerse al margen de condenar la dictadura franquista y sus crímenes. No es posible mantenerse equidistante en este asunto, porque unos defendían la legalidad establecida por las urnas y otros pretendían y consiguieron pisotear esa legalidad. Si en un lado se produjeron abusos en el otro se organizó un plan para asesinar a todos los dirigentes políticos, sindicales y sociales republicanos y durante los años de las postguerra asesinaron impunemente a cualquier sospechoso de simpatizar con la causa republicana. Unos dignificaron y dieron honores a sus muertos y otros todavía esperan que se les devuelva la dignidad arrebatada. Mientras, muchos seres queridos  continúan enterrados en cunetas y fosas comunes.

Bono no merece representar a los españoles, porque denigra con su actitud la representatividad que mantiene. Bono debería ser cesado por PSOE porque sus declaraciones ofende, también,  a los miles de socialistas asesinados por la barbarie fascista.

Salud, República y Socialismo.