Hace un par de semanas que se inició la recogida de firmas para el apoyo de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), para que el Parlamento español debata un proposición de ley que reforme la ley de Reforma Laboral.
El 29 de septiembre pasado millones de trabajadores participaron en la huelga general convocada convocada por CC.OO. y UGT contra la reforma laboral propuesta por el gobierno socialista y aprobado por el Parlamento. A pesar del rechazo generalizado por parte de los trabajadores, el gobierno se negó a modificar su reforma laboral.
El tiempo ha dado la razón a CC.OO. y UGT y al conjunto de los trabajadores. La reforma laboral ni crea empleo, ni ayuda a crearlo. El balance de 10 meses de su aplicación no puede ser mas negativo: trabajadores más desprotegidos, despidos con menor indemnización, mayor poder empresarial en la negociación colectiva, marco más favorable para la rescisión del contrato, dualidad reforzada del mercado de trabajo y precariedad consolidada. Se están cumpliendo los objetivos planteados por las organizaciones patronales bajo la excusa de incentivar la creación de empleo, pero la realidad es bien distinta: se ha retrocedido bruscamente en derechos y ha aumentado el desempleo hasta límites insoportables.
Estas razones son las que han llevado a CC.OO. y UGT a plantear una ILP para que se debata en el Parlamento la modificación de la Reforma Laboral. Estos son los grandes objetivos que se persigue con la presentación de la ILP:
- Combatir la segmentación y la precariedad del mercado de trabajo, favoreciendo el acceso y permanencia a través de empleos estables y de calidad.
- Recuperar la causalidad del despido, con garantía para los trabajadores.
- Favorecer el empleo, especialmente de los jóvenes y de las personas en paro.
- Reordenar las medidas de flexibilidad interna negociadas con los sindicatos como alternativa al despido.
- Penalizar las cotizaciones por desempleo de los contratos temporales y reducir las de los fijos.
- Reforzar algunos elementos de la negociación colectiva debilitados con la reforma laboral.
- Avanzar hacia la progresiva sustitución del actual modelo productivo.
- Fortalecer y potenciar los servicios públicos de empleo, y en relación a las ETT restringir su actuación en sectores de especial peligrosidad y en las Administraciones Públicas.
Quinientas mil firmas son necesarias para que la ILP pueda llegar al Parlamento y se han de conseguir en nueve meses. El objetivo será alcanzado, pero cuantas más trabajadores con sus firmas apoyen la ILP, más argumentos llegarán al Parlamento para que se modifique sustancialmente la Reforma Laboral. Es difícil que una vez en el Parlamento los partidos políticos mayoritarios accedan a modificar la Reforma Laboral. También rechazaron la anterior ILP sobre la siniestralidad laboral, pero después se reformó la legislación en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo. Se ha de poner a los parlamentarios ante sus propias contradicciones y exigirles la reforma de una legislación que no ha servido para la creación de empleo sino para abaratar y favorecer el despido. Es posible que también esta acción tenga finalmente consecuencias positivas.
Ya se que algunos pensarán que después de la firma de la reforma de las pensiones los sindicatos han perdido parte de su credibilidad, pero sería un error que por esos motivos no se apoye la ILP. La critica y el rechazo de la incorrectas actuaciones no deben condicionar el apoyo de causas justas y esta lo es. Yo ya he firmado, a pesar de mi oposición a la reforma de las pensiones.
Salud, República y Socialismo.
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