En plena vorágine contra el estado del bienestar, centrado sobre todo en el ataque a las pensiones públicas, nos llega otra noticia que va en la dirección opuesta.
El gobierno de Bolivia acaba de aprobar la nacionalización de los sistemas privados de pensiones y rebajar la edad de jubilación de los trabajadores bolivianos. Hasta ahora el sistema de pensiones boliviano era privado, donde los bancos y las entidades de seguros hacían negocio con el ahorro de los trabajadores, a partir de ahora el estado garantizará las pensiones de los bolivianos. Pero además se baja la edad de jubilación de los 60 años a los 58 y para los mineros a 56. Es posible que la esperanza de vida de los trabajadores bolivianos sea inferior a la de los europeos, lo que hace más fácil la reducción de la edad de jubilación, pero en todo caso en una decisión política encaminada a incrementar el bienestar social de los trabajadores y una forma muy diferente de resolver los problemas sociales, dado que los sindicatos bolivianos han tenido una importante participación e incidencia en la elaboración de la ley.
Esta política social contracta con la que se viene desarrollando en Europa en materia de bienestar social. Con la excusa de la crisis económica los gobiernos europeos ceden a las presiones de los mercados especulativos financieros y recortan los derechos de los trabajadores tanto en materia laboral como en pensiones. Francia ya ha incrementado la edad de la jubilación de los 60 a los 62 años y el resto de los países de la UE ya se aprestan a hacer lo mismo. Los gobiernos se rinden a las exigencias de los mercados de hacer los sistemas de pensiones menos justos, mas “solventes” como consecuencia de reducir las prestaciones y precarizar la economía de los jubilados y pensionistas. Con ello devolverán la confianza a los mercados, pero sobre todo conseguirán que se inicie el proceso de privatización de los sistema públicos de pensiones, porque los trabajadores se verán obligados a contratar fondos privados de pensiones si quieren alcanzar una pensión digna. Los empresarios saben perfectamente que los sistemas privados de pensiones solo serán rentables y viables si se degradan los sistemas públicos de pensiones.
Los estados se rinden a los mercados y se niegan a buscar soluciones distintas a la mera reducción de los gastos en prestaciones, cuando la solución puede venir por el incremento de los ingresos, la reactivación de la economía y la mejora de la calidad de los empleos. El ejemplo de Bolivia muestra que es posible una salida distinta a la reducción de las prestaciones. Solo es cuestión de voluntad política y de no someterse a la voluntad de los mercados, que cuando consigan este objetivo se plantearán otros nuevos.
Salud, República y Socialismo.
Claro que hay otras salidas. Juan Torres y Vicenç Navarro, entre otros, las han explicado por activa y por pasiva. Lo que pasa es que la voz mediática a favor del neoliberalismo es prácticamente total, y sin embargo, haberlas haylas, aunque se hagan oídos sordos, y Zapatero sea Beethoven (ya quisiera).
ResponderEliminarSalud y República
No olvidemos que España está dentro de la UE y por entrar a formar parte con ella y con el euro, hemos votado que las leyes nos vengan de las instituciones que nos representan a nivel europeo. Si Europa es neoliberal...a tragar todos. Solo hay que fijarse en qué países son los que han estado a punto de quebrar o deliberadamente llamados pigs: España (gobierno socialista), Portugal (socialista tb), Grecia (ídem de lo mismo), Irlanda (es de carácter liberal, pero curiosamente de los que nacionalizaron la banca, un detalle anti-neoliberal)...¿no nos dice nada eso?
ResponderEliminarLos países sudamericanos hasta cierto punto se pueden permitir tener el gobierno que vote el pueblo, no dependen de tener que seguir unas directrices impuestas por una organización supranacional y además han sido más listos, la crisis no les ha afectado tanto como a nosotros porque no se han endeudado como lo hemos hecho en Europa con las hipotecas basura. Otro modelo claro que es posible pero para ello tenemos que deshacernos del modelo que nos impone la UE y francamente sólo lo veo posible si salimos del euro, pero por otro lado esto nos vendría bien si fuésemos competitivos en algo de forma que no tuviéramos que depender de financiación exterior. Como todavía no somos capaces, tendremos que tragar con lo que nos impongan.
Un abrazo.
Si. Sabemos que hay otras salidas. Soy también lectora de Torres y de Vicenç y está claro.
ResponderEliminarNo está claro para este gobierno que ha decidido cargarse definitivamente el estado de bienestar.
Todos a la manifestación
Besos
Claro que hay otras salidas,pero hay quien se preocupa de tenerlas bien cerraditas,mientras se afilan los colmillos para hincar el diente al jugoso pastel de las pensiones,saludos.
ResponderEliminar