El dialogo es el método más racional de solucionar los conflictos pero en ocasiones hay diálogos que en el fondo son solo una trampa. Ese es el modelo de dialogo que ahora ofrece Zapatero a los sindicatos.
Zapatero ofrece ahora negociar la reforma de las pensiones una vez pasada la huelga general, pero esto no es sino un último intento de neutralizar la huelga general del 29 de septiembre. Primero no es lo que toca, ahora se trata de rectificar la contrarreforma laboral que trata de cargar sobre los hombros de los más desfavorecidos los consecuencias de la crisis económica. ¿Que crédito tiene ahora Zapatero para ofrecer un nuevo dialogo? pues yo personalmente creo que ninguno. Zapatero ha tenido la oportunidad de realizar la reforma laboral que le pedían los sindicatos o al menos haber sido receptivo a parte de las peticiones de los mismo. En su lugar se entregó a los brazos de la patronal, el FMI y los mercados especulativos e hizo la reforma que ellos le exigían y necesitaban. Y no solo eso sino que en el trámite parlamentario no solo no escuchó las demandas de los sindicatos sino que además endureció la reforma y facilitó aún más las posibilidades de despido.
Y en segundo lugar ofrecer negociar la reforma de las pensiones en vísperas de la huelga general es, como decía al principio, una forma torticera de desviar la atención de la huelga y crear falsas expectativas de una futura negociación de la reforma de pensiones. ¿Que garantías hay de que en una futura negociación sean atendidas las demandas sindicales? o ¿veremos de nuevo como Zapatero se entrega a los requerimientos del FMI y de las entidades financieras?. No deja Zapatero muchas opciones si ya enmarca la hipotética negociación en el incremento de la edad de jubilación, el aumento de los años de cotización para tener derecho a un pensión o el incremento de los años para calcular el importe de la pensión. Todas estas premisas conducen a un único objetivo devaluar las futuras pensiones y poner en bandeja a las entidades financieras y de seguros el escaso ahorro de los trabajadores por la necesidad de complementar una escasa pensión. Ese es el objetivo, porque solo devaluando y haciendo más difícil el acceso a una pensión, tendrán viabilidad los fondos de pensiones privados, que, dicho sea de paso, la crisis económica están poniendo en situación de crisis financiera.
Los antecedentes de pasadas negociaciones hacen nada creíble la nueva oferta de negociación, que se queda solo en una dialogo trampa.
Salud, República y Socialismo.
Pues claro que es eso. Va dirigida exclusivamente a desmoviliar ofreciendo una cara que no se corresponde con la realidad. Eso es lo que denunciaba en mi entrada sobre el asunto y por eso hablaba de lo políticamente correcto. No se defienden y hacen valer sus argumentos. "Comprenden", no se meten con los convocantes, ofrecen un rostro amable, las posibilidades de negociar... después etc.
ResponderEliminarFrente a eso hay que ser contundente, sin miedo, aclarar el porqué y llamarles a la cara lo que son por mucho que se llamen socialistas.
saludos,
Por muy socialista que sea, si no hace las cosas bien para los trabajadores hay que seguir incordiandole para que rectifique, y la mejor manera es la huelga-
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Antonio, hoy he escrito yo algo relacionado con esto. Yo, la verdad es que creo que en lo fundamental ZP no va a cambiar nada. Porque este hombre se cree tanto sus decisiones que no deja margen a la crítica y a una mínima objetividad.
ResponderEliminarSaludos progresistas de Madrid.
Tu lo has dicho, Antonio, y muy bien por cierto. Zapatero no tiene ta ninguna credibilidad. El "tempo" en política es definitivo y él está a "destiempo". Lamentablemente
ResponderEliminarUn beso
Esta el patio como para fiarse. Una vacilada del presidente que no tiene ninguna fiabilidad.
ResponderEliminarSalud y República