Los talibanes vuelven a imponer el terror allí donde se hacen fuertes. Hace unos días una pareja de jóvenes fueron asesinados mediante lapidación en aplicación de la sharía.
Como se puede comprobar las concesiones a estos crueles salvajes no sirven para nada, cuantas más concesiones se les hace mas se fortalecen y más contundentes son sus actuaciones contra los derechos de los ciudadanos y de manera muy especial contra los derechos de las mujeres. Los derechos humanos son pueden ser moneda de cambio para nada. Hay que ser inflexibles con aquellos que atropellan los derechos humanos de los más débiles, contra los que en nombre de un dios y una pretendida ley divina atropellan los derechos de las mujeres, las someten a castigos crueles que las llevan a la muerte, las marginan y las convierten en meros objetos sexuales y reproductivos.
La tortura, la violación de los derechos humanos, los castigos físicos crueles y la lapidación debería formar parte de los elementos de lucha contra aquellos países que lo practican. No se puede estar mirando hacia otro lado mientras en Nigeria, Somalia, Indonesia e Irán se aplica impunemente la saría que condena sobre todo a las mujeres a una muerte cruel. El derecho a la libertad sexual no puede ser cercenado mediante tan terrible y cruel castigo.
No es una cuestión de libertad religiosa es una cuestión de violación de los derechos humanos de las personas. Los estados democráticos deberían condicionar su relación con esos países al respeto de los derechos humanos de las personas, sino de nada vale que nos espantemos de esos atentados contra la dignidad de las personas mientras somos testigos silenciosos de los mismos.
Salud, República y Socialismo.
Los fundamentalismos religiosos son de lo más peligroso que existe en el planeta porque llevan a este tipo de aberraciones con la vida humana, a atentados contra los pueblos que no son de su misma religión a guerras enquistadas por siglos y siglos de historia... y quienes más sufren son los de siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Antonio,
ResponderEliminarLo que se pone en cuestión es la vía que se ha seguido en relación con los paises musulmanes. El integrismo ha avanzado notablemente en estos paises y lo ha hecho con la caída de los gobiernos BAAS. Con Nasser, con el primer Gadaffi, con Hussein ( tambien este), Ben Bella, y Assad (padre) y otros se avanzaba en una cierta secularización de las sociedades musulmanas, independientemente de que fuesen dictaduras. Ahora, siguen siendo dictaduras pero comparten el poder con lo mas intransigentes que residen en las mezquitas.
Observemos como avanza la islamización de los musulmanes, solo hay que verlo en nuestras propias ciudades. Es una vuelta a la feudalización y en eso, hay que ser intransigente, el velo, no es costumbre, no es cultura, el velo es imposición y esto en nuestras sociedades lo debemos de tener claro, si no queremos contribuir a islas de desigualdades en las sociedades secularizadas.
saludos,
Opio del pueblo, ya lo decía don Carlos
ResponderEliminarA pesar de invasiones y libertades duraderas todo ha cambiado para que nada cambie.
ResponderEliminarEl Gobierno Karzai,amparado y liderado por los USA es un gobierno corrupto y la doctrina fundamentalista islámica sigue presente.Y lo seguirá más a medida que avance el tiempo y los americanos y OTAN se larguen sin decir adiós.
Los talibanes y señores de la guerra hacen y deshace a su antojo,imponiendo sus reales caprichos.
La invasión de Afganistán sólo ha servido para dar salida al armamento occidental y para que mueren millares de inocentes y cuando estén satisfechos los americanos se largarán e invadirán otro país en el sacronombre de la Democracia.
Es una realidad constatable que nos hiere y nos rebela pero es lo que ahí.
Saludos
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ResponderEliminarAntonio, los talibanes son el terror... El terror financiado por un imperialismo agresivo, el terror que se forja repitiendo preceptos para dejar la cabeza vacía y la mano pronta para lanzar la piedra.... el terror que odia la sonrisa, la libertad, el beso, la vida. Los talibanes son la muerte alimentada por la avaricia de occidente.
ResponderEliminarSalud y República.