Ya conocemos las propuestas de Rajoy

Rajoy ha aprovechado el debate del estado de la nación para realizar su propuesta contra la crisis, gobernar él.

Nuevamente Rajoy ha evidenciado su falta de alternativa de alternativa a la crisis económica, todo su discurso ha estado plagado exclusivamente de reproches a la acción política  del Gobierno pero sin que de él saliera la más mínima propuesta alternativa, La única propuesta es que Zapatero le entregue las llaves de la Moncloa, convocando elecciones anticipadas.

Nada le importa  los problemas de la ciudadanía, las dificultades de los cuatro millones de parados, no solo de encontrar un empleo sino también de  conseguir la supervivencia diaria,  nada le importa la dificultades para salir de la crisis económica; su única preocupación es ser califa en lugar del califa. Pretende engañar a la ciudadanía haciéndoles creer que con un cambio de inquilino en la Moncloa la crisis económica tiene solución.

Y el problema no es que no tengan (el P.P.) alternativa política, que la tendrán, el problema es que su alternativa es tan regresiva y tan perjudicial para los intereses de las clases menos favorecidas que no se atreven a explicitarla o que no tendrían  más remedio que aplicar políticas parecidas a las que han aplicado los gobiernos europeos en sintonía con el P.P. y que no se diferencia en nada con las que ha aplicado Zapatero en España. Y evidentemente cambiar un gobierno con el argumento de que no soluciona la  crisis económica para luego pretender aplicar parecidas políticas, no es otra cosa que un  timo electoral.

Es cierto Zapatero ha engañado a la ciudadanía al cambiar el programa electoral con el que ganó las pasadas elecciones, pero cuando las condiciones económica cambian a veces hay que cambiar las políticas a aplicar. Solo en esto tiene Razón Rajoy. A pesar de ello no pretendo justificar a Zapatero porque la salida a la crisis no es unidireccional y él eligió la salida que más perjudicaba a su base electoral. Hay otras salidas a la crisis que no pasaban por cargar su costes a  los más desfavorecidos pero el gobierno socialista optó y ha optado por que la crisis no la paguen quienes la causaron ni quieres más rentas tienen.

Rajoy sabe perfectamente que con él en la Moncloa su propuesta de salida a la crisis solo sería profundizar las medidas ya tomadas por Zapatero y por eso no se atreve a presentar una moción de censura, que sería el resultado lógico a su rechazo a las políticas aplicadas por el gobierno. Y no se atreve porque entonces se vería obligado a explicar las propuestas alternativas para salir de la crisis y haría el ridículo más absoluto tratando de explicar las mismas medias que ya se han aplicado y otras aún más regresivas. ¿Alguien piensa que su propuestas variarían mucho de las tomadas por Merkel, Sarkozy, Camerom o Berlusconi? Es decir las decididas por la UE y que Zapatero como estudiante bien aplicado ya ha ejecutado en España.

Por eso a Rajoy continua nadando en la ambigüedad, criticando todo lo que hace el gobierno sin la más mínima intención de apoyar propuesta alguna ni realizar tampoco propuestas alternativas. Pero eso tiene un peligro, el hartazgo de la ciudadanía ante un líder que pretende gobernar un país pero que carece de alternativa o de la valentía suficiente de explicarlas.

Faltan poco menos de dos años para las próximas elecciones generales, porque Zapatero no las va a adelantar, y el tiempo juega a la contra con Rajoy porque su ambigüedad se le puede volver en contra o porque tengamos suerte y la economía española remonte mejor de lo que dicen  los organismos europeos e internacionales.

Salud, República y Socialismo.