Si algo positivo puede tener la reforma laboral, es que por fin se va a ver el verdadero rostro del P.P.
La tramitación de la reforma laboral ha obligado al P.P. a presentar sus enmiendas a la reforma y con ellas evidencia que su objetivo no es otro que recortar mucho más los derechos de los trabajadores. De las propuestas que el P.P. ha presentado una destaca por su calado antisocial, la que se refiere al derecho a la huelga.
Plantean los Populares que el derecho a la huelga hay que anularlo en los momentos de negociación colectiva y tienen la desvergüenza de justificarlo por la existencia de los casi cuatro millones de parados. Si los trabajadores no pueden presionar a la patronal mediante su derecho a la huelga en los momento s de mayor conflictividad social ¿En que momento deberían usar ese derecho? Los trabajadores estarían entonces atados de pies y manos antes las agresiones de los empresarios. Los empresarios muchas veces se enrocan no solo por no atender las peticiones de los trabajadores sino por tratar de imponer condiciones laborales lesivas para sus intereses. Y entonces la única arma que tienen los trabajadores para luchar contra las agresiones de sus patrones es el uso de la huelga, sin ella se estaría a merced de la intransigencia de unos empresarios que tienen como única forma de ser competitivos, la reducción de costes laborales y la degradación de las condiciones laborales de sus trabajadores.
El recorte del derecho a la huelga es algo que el P.P. lo considera consustancial a su modo de entender las relaciones laborales. Son numerosos los dirigentes populares que han propugnado su limitación o inclusive la anulación de este derecho constitucional. Desde la lideresa que propugnaba que la reforma laboral no fuera una reforma light, pidiendo una ley de huelga que impida que los huelguistas conculquen los derechos de los ciudadanos, hasta su portavoz de economía Cristóbal Montoro, para quien se deberían prohibir las huelgas generales. (Ver mi entrada “Las barbaridades de Montoro”) Tal como manifiesta Fernando Lezcano, Secretario de Comunicación de CC.OO., la propuesta del P.P. "se coloca en una situación preconstitucional".
La huelga es un derecho constitucional, el único de los derechos constitucionales que ningún legislador ha querido legislar salvo Felipe González que llegó a un acuerdo con los sindicatos de clase CC.OO. y UGT sobre una ley de huelga que conjugaba los derechos de los trabajadores y de los usuarios y consumidores y que la disolución anticipada de las Cortes impidió tramitar. Desde entonces los legisladores solo se acuerdan del derecho a la huelga cuando un conflicto grave lo pone de actualidad. Y claro está con la evidente intención de entrar a saco con un derecho fundamental de los trabajadores. Con la argumentación de que la huelga puede entrar en colisión con los derechos de los ciudadanos, la derecha y los empresarios solo piensan en como atar de pies y manos a los trabajadores en la defensa de sus intereses.
Pero esta propuesta del P.P. no es la única que recorta los derechos de los trabajadores, el grueso de sus propuestas van encaminadas a dar mayores facilidades a los empresarios y recortar los derechos de los trabajadores. Pero eso será objeto de otro análisis.
Salud, República y Socialismo.
Hacía tiempo que no coincidíamos, pero este tema merece que se difunda. Es de una desvergüenza y un descaro tremendo. Estos son los que pretenden ser el partido de los trabajadores. ¡Tiene webos!
ResponderEliminarEcho de menos al chino, ¿le has echado?
Salud y República
Pues en cuanto vuelvan al poder reforzarán la ley de divorcio: seguirá existiendo, pero no se podrán a coger a ella las parejas que se lleven mal. Solo cuando se amen. Y asi con todo.
ResponderEliminarEl Partido Popular Marxista Leninista de los Trabajadores podemos darlo, desde ya, como un rotundo fracaso.
La verdadera cara del PP es esa la derecha, la pena es que desde la izquierda se haga muchas veces políticas de derechas. Buen verano.
ResponderEliminarEfectivamente habéis coincidido Rafa y tu y es que el tema lo amerita. Y como le decía a él, lo mejor que podría pasar es que los peperos descubriran todas sus cartas para que los votantes no se llamen a engaño. Que sepan lo que nos puede venir sino lo remediamos.
ResponderEliminarUn beso y bune sábado