A veces a uno le alegran el día

Después de tantos días contemplando como el juez Varela se empeña en ajustarle las cuentas al juez Garzón, cual vendetta personal, hoy leo con satisfacción una buena resolución judicial.

El Juzgado de lo Penal número 5 de Gerona ha condenado al encargado de un restaurante de la localidad a 19 meses de prisión y a pagar una multa de 6.000 euros en concepto de reparación del daño moral causado a la camarera a quien pidió que abortara si quería conservar su puesto de trabajo.

Ya era hora  que el acoso laboral en las empresas, sobre todo en las pequeñas y medianas tenga consecuencia para con los acosadores. El ya acosador laboral exigió a la trabajadora, cuando esta le comunicó que estaba embarazada, que interrumpiera su embarazo. Que empresario más modélico, es de esos que todavía considera que contratar a una mujer tiene un plus de conflictividad, puede quedarse embarazada, después tendrá derecho al periodo de lactancia y hasta incluso puede que se atreva a pedir jornada reducida para cuidar a su hijo.

Y claro como la trabajadora no cedió a su chantaje, en lugar de ponerla en un puesto acorde con su  situación, el encargado hizo que prosiguiera cargando neveras y trasladando cajas pesadas "con insistencia", lo que contribuyó a la creación de un "clima hostil" en el trabajo.  Y finalmente cuando finalizó su contrato temporal, no se lo renovó.

Es muy posible que este acosador no termine en la cárcel al haber sido condenado a menos de dos años de prisión, pero es un aviso a navegantes, el acoso laboral es un delito y la consecuencia lógica tiene que ser la prisión. Si la justicia fuera más diligente con los muertos por accidente laboral, posiblemente habría ya muchos empresarios entre rejas y posiblemente esa ejemplarizadora actuación serviría para evitar muchos accidentes laborales y muchas muertes injustas.

Salud, República y Socialismo.