En la sociedad española hay tres lacras que producen miles de muertos al año, la violencia de género, los accidentes en carretera y la accidentalidad laboral; y a mi entender no hay voluntad política para acabar con esta última.
Hemos visto como con ocasión del Día Internacional Contra la Violencia de Genero, la Administración y los medios de comunicación se volcaron durante una semana para denunciar con contundencia a los responsables de esta lacra. Día a día se toman nueva medidas políticas, sociales y policiales para avanzar en la eliminación de esta lacra. No es para menos, una sola muerte de una mujer a manos de su pareja es ya demasiado.
Los muertos en carretera son cada día menos como consecuencia de una buena política desarrollada por el actual gobierno –carné por puntos, endurecimiento de las sanciones hacia las conductas mas temerarias, ejemplares campañas de sensibilización, etc.- y el compromiso de los medios de comunicación ante este trágico problema.
Pero esto no es lo que ocurre con respecto a la siniestralidad laboral, no hay campañas de denuncia contra los verdaderos responsable de esta lacra, los empresarios desaprensivos, es tremendamente difícil que un empresario acabe en los tribunales por su responsabilidad en una muerte laboral por falta de medios y leyes que tipifiquen estos delitos, no hay voluntad de acabar con la precariedad laboral y obligar a los empresarios a formar en seguridad a sus trabajadores y hacer cumplir las normas de seguridad y salud, no se legisla de manera eficaz para que los sindicatos puedan intervenir en la prevención de la siniestralidad laboral y que decir de los medios de comunicación, solo son sensibles hacia los muertos de las fuerzas armadas y de los cuerpos de seguridad del estado, el resto de los muertos o no existen o solo merecen una ligera reseña en una apartada esquina del periódico.
No se puede andar con medias tintas la mayoría de los muertos en accidentes laborales, son evitables; solo es necesario la aplicación exhaustiva de las normas se seguridad, exigir la formación de los trabajadores, acabar con la precariedad laboral y poner los medios necesarios para que las Inspecciones Laborales puedan hacer su tarea eficientemente. Y los empresario negligentes deben pagar social y jurídicamente su responsabilidad, de igual manera que se busca el repudio social de los maltratadores o de los conductores temerarios estos empresarios deben ser señalados públicamente.
Pero esto supondría que un gobierno valiente se enfrentara de verdad a estos desaprensivos, pero eso no se va a producir porque los grandes partidos no tienen voluntad política de acabar con la lacra de la siniestralidad laboral.
Salud, República y Socialismo.
Muchas veces los medios necesarios son cubrir el expediente inclusoo se llega a culpabilizar al trabajador cuando este se accidenta,habria que hablar mucho de esos objetivos de las empresas de accidentes cero,y lo de las mutuas es un tema aparte que daria para mucho,saludos.
ResponderEliminarYa sabes lo que me llega este tema. Es vergonzoso que el gobierno pase, que los empresarios se salten las normas y que los sindicatos no hagan más incidencia en el tema.
ResponderEliminarMientras tanto los medios de comunicación no hablan de la cuestión y todo parece normal, un simple peaje en aras de un nivel de desarrollo.
Se ha conseguido grandes avances en los accidentes de carretera gracias a las campañas promopublicitarias, ¿para cuándo las de los accidentes laborales?
¿Cuándo pagarán los empresarios sin escrúpulos sus crímenes?
Salud y República
La inspección de trabajo es la clave, desde mi punto de vista.
ResponderEliminarEs cierto que la siniestralidad laboral es una gran lacra y que no parece que haya gran voluntad política para resolverlo. También es cierto, aunque quizás ande equivocada, que no veo yo gran presión sindical para exigir una legislación apropiada. No se. Eso al menos me parece.
ResponderEliminarUn beso
Severino
ResponderEliminarEs muy propio de los empresarios acusar a los trabajadores de no querer usar los medios de seguridad, pero eso solo es una excusa, porque el empresario tiene la potestad de sancionar al trabajador que no usa los medios de protección puestos a su disposición.
Rafa
Los empresarios pagarán y se comprometerán con la seguridad cuando les salga más caro saltarse la ley que cumplirla.
Paco
Es verdaderamente importante dotar a las inspecciones de trabajos de los medios humanos y materiales para que puedan cumplir su función eficazmente. Pero mientras que no se reduzca la temporalidad y la precariedad en el trabajo no se atajará del todo esta lacra, porque la mayor parte de los accidentes reproducen entre estos colectivos.
Carmen
Los sindicatos hacen lo que pueden, aunque es posible que pudieran hacer más. Allí donde hay una fuerte organización sindical como en las grandes empresas, la siniestralidad laboral es baja. El problema es que el 70 u 8º% de los trabajadores lo hacen en pequeñas y medianas empresas y ahí la presencia sindical es más bien escasa, por eso los sindicatos llevan años planteando la creación de la figura del delegado de prevención sectorial para que pueda actuar en las pequeñas y medianas empresas independientemente de que atrabajen en ellas o no, pero ningún gobierno ha estado por la labor hasta ahora. Es que a la patronal no le gusta nada la creación de esta figura.
Salud, República y Socialismo
Prácticamente toda mi vida laboral la estoy pasando en la construcción. Creo que conozco el tema y por eso me atrevo a dar mi opinión. En la construcción, uno de los principales causantes de accidentes, son los destajos.Yo lo e sufrido en mis propias carnes, cuando e hecho caso omiso de las normas de seguridad, recibiendo incluso amenazas de expedientes o despidos.Nos daba igual, no pensamos mas que en hacer metros. Por ello culpo a los empresarios que nos facilitan estos destajos, con el objetivo de ganar más en los plazos de entregas, pero también y en un porcentaje mayor me culpo yo y la mayoría de destajistas, que aun teniendo medios materiales nos negamos a utilizar en bien de nuestra seguridad. La avaricia nos hace al ser humano ruin y nos deja ciegos ante los peligros que pasamos para llegar a su fin.
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