Pasionaria, siempre viva

Hoy tenia preparada otra entrada, pero Paco Piniella, “desde Cádiz”, me ha recordado que hoy se cumplen 20 años sin Pasionaria.

Fue Dolores Ibarruri, la Pasionaria, una de las mujeres de mayor carisma mundial durante el siglo pasado, una mujer que desde su juventud se sintió comprometida y se comprometió con la causa de los más desfavorecidos. Con 22 años participa en la huelga general de Asturias en 1917 como militantes socialista de la agrupación de Somorrostro y en 1919 participa de la escisión socialista que dio lugar al Partido Comunista Español y un año después se convirtió en el Partido Comunista de España.

A partir de ahí su activismo político fue creciendo día a día, desatando por sus encendidos artículos periodísticos; uno de ellos escrito durante la Semana de Pasión de 1918 en “El Minero Vizcaíno” dio inicio a su seudónimo de La Pasionaria.

La guerra civil le cogió siendo diputada del PCE por Asturias, destacándose durante todo durante todo ese periodo como una gran defensora de la legalidad republicana, sobre todo ante la defensa de Madrid, en la que destacó por sus ardientes arengas y su famosa frase de “No pasarán”. La derrota republicana le lleva al exilio en la Unión Soviética, donde su hijo Rubén muere en el frente de Estalingrado. A la muerte de Pepe Díaz en 1942 fue elegida Secretaria General del PCE.

Su voz a través de la radio Pirenaica sirvió de aliento a la resistencia antifranquista durante la larga noche del fascismo y un ejemplo y referencia hacia todas las mujeres que en la clandestinidad se jugaban la vida por el restablecimiento de la democracia en este país. Siendo elegida de nuevo diputada por Asturias una vez restablecidas las libertadas democráticas en España, aunque a partir de la siguiente legislatura se retira de la vida política activa, siendo nombrada Presidenta de Honor del PCE a perpetuidad, en su XVII Congreso en 2005.

Dolores, la Pasionaria, siempre estará entre nosotros porque encarnó todos los ideales que cualquier militante comunista desearía. Su trabajo abnegado, su entrega a la causa, su honestidad, su firmeza política, su saber estar en un segundo plano cuando dejo la primera línea de la política la han convertido en un ejemplo para generaciones pasadas y futuras de militantes comunistas y de todos y todas que defienden las libertades democráticas y una sociedad más justa, más libre y más progresista.

Dolores nunca te olvidaremos porque siempre permanecerás viva en nuestros corazones.

Salud, República y Socialismo.