domingo, 14 de diciembre de 2008

14-D, 20 años después

Hoy se han cumplido 20 años de la mayor movilización de trabajadores realizada en España desde la democracia y no parece que este hecho merezca un mínimo de recuerdo ni de reflexión en los medios de comunicación tradicionales.

Es paradójico que la mayor movilización obrera en democracia se le haya echo a un gobierno socialista, presidido por Felipe González, pero también es paradójico que fuera con ese gobierno cuando se introdujera una de las reformas laborales más negativas para los trabajadores; la que introdujo un despido más barato y multitud de contratos temporales en la legislación laboral, lo que produjo un rápido incremento de la temporalidad de la contratación sobre todo entre los jóvenes.

La huelga general vino precedida de un proceso de negociación social a tres bandas, Gobierno, patronal y sindicatos, de la que los sindicatos salieron por la posición contraria del gobierno a sus peticiones. Las exigencias de los sindicatos se podían resumir en:

La puesta en marcha de un nuevo plan de empleo que erradicase el contrato de inserción para jóvenes.
La revisión del 2% de las pensiones y los salarios de los funcionarios para compensar los efectos de la inflación.
El incremento de la cobertura por desempleo hasta el 48%; y
La equiparación de las pensiones mínimas con el salario mínimo interprofesional.

La huelga fue un éxito total. Más de ocho millones de trabajadores (el 90% de la población activa) secundaron la convocatoria de los sindicatos CC.OO. y UGT. Las grandes ciudades y los grandes centros de producción quedaron paralizados y las manifestaciones posteriores fueron la confirmación de la repulsa a las medidas del gobierno socialista y al apoyo a las posiciones sindicales. Dos fueron las claves del éxito, por un lado el apagón de TV a las 0,00 horas del día 14 de diciembre decidido en asamblea por los trabajadores de Televisión Española y la paralización absoluta del transporte publico. Ese día era impresionante ver las riadas de personas que caminando se dirigían hacia el centro de las ciudades a las concentraciones convocadas por los sindicatos y para estos fue una verdadera prueba de fuego el poder organizar con éxito una huelga de las características de la del 14-D.

El éxito fue tan rotundo que hasta el propio Felipe González admitió públicamente el triunfo de la convocatoria sindical, pero a pesar de ello Felipe González no tomó nota de la victoria sindical y aunque se reiniciaron las conversaciones, el dialogo volvió a romperse dos meses después de la huelga. La soberbia de un gobierno impidió mejorar las condiciones laborales, sociales y salariales de los trabajadores, aunque el gobierno se viera obligado a reformar algunas de sus propuestas. La situación social en aquellos momentos era tremendamente difícil, el paro se situaba en 2,8 millones de parados con una población activa de menos de la mitad de la actual, mientras los beneficios de las empresas se disparaban, la participación de los salarios en el PIB había descendido en 3,3 puntos entre 1983 y 1987.

Y 20 años después vivimos posiblemente la mayor crisis económica desde la transición. La memoria historia debería hacer reflexionar, sobre todo al Gobierno y entender que si la reactivación de la economía es necesaria, lo más urgente y necesario es ahora mejorar la situación de los que verdaderamente sufren las consecuencias de la crisis: los trabajadores y los parados. O empieza a dar un giro en su política económica en la que estos sectores vean una respuesta efectiva a sus demandas o puede que inconscientemente estén propiciando una nueva gran movilización social.

Salud, República y Socialismo.

4 comentarios:

  1. Por similitud te comento algo que ayer pasó por aquí. Había convocada una manifestación por la situación en la que se encuentra la factoría de FASA Renault. La cosa pinta muy mal, y si aquí cierra FASA, todo Valladolid se puede resentir y de manera grave. Entre directos e indirectos es mucha la población que depende de esa fábrica.
    Pues bien, los sindicatos hablan de una participación de 20.000 personas aproximadamente. Otras cifras hablan de 8.000. Yo más bien pienso que la segunda es más real.
    En una provincia con 400.000 habitantes se me antojan unas cifras muy bajas para lo que nos estamos jugando. Y lo más grave. Es realmente lamentable escuchar a mucha gente de por aquí decir eso de que "cuando les iba bien no se quejaban". Ya ves. Una falta de solidaridad realmente asquerosa. Si fallamos en lo más básico mal vamos.
    No es que todo esto tenga una relación muy directa con lo que hablas en tu entrada, pero leerla me hace pensar que si nos hemos olvidado de problemas ya pasados y no hemos aprendido nada de lo ya pasado, la situación lamentablemente se repetirá. Y ya sabemos quien paga al final estas cosas.

    Un saludo.

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  2. Pues sí, don Antonio, un hecho olvidado. Yo lo recuerdo con nostalgia, entonces, como usted sabe era concejal en Rivas y daba gusto ver como no abrió nadie y en Madrid, salvo el puñetero Corte Inglés todo estaba cerrado.
    En fin, pasaron tiempos de movilización, me temo que no, a pesar de la crisis.

    Salud y República

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  3. Sí señor, 20 años y lo recuerdo perfectamente. Madrid parecía una ciudad fantasma. Frío y éxito rotundo de la huelga. En el edificio donde yo curraba prácticamente no fue nadie a trabajar: los de servicios mínimos de mantenimiento. Un exitazo.
    Hoy las tornas han cambiado, como dice Adanero.
    Lo que diferencia la situación de entonces a la de ahora es que yo no veo a los sindicatos con fuerza para una movilización como aquélla y, sobre todo, no veo mucha intención precisamente por parte del tejido social.
    Todo se andará.

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  4. Angel
    Los problemas económicos como las crisis en la economía de mercado son cíclicas y cada cierto tiempo se repiten y cuando estas vienen, casi nadie está a salvo porque las consecuencias se reproducen con efecto dominó. Por eso es inadmisible la insolidaridad de una parte de la sociedad.
    Rafa
    El Corte Ingles, como siempre, fue la empresa que dio la nota discordante y me temo que si no se toman otras medidas, las movilizaciones vendrán tarde o temprano.
    Freia
    Frío se pasó mucho. A mi me tocó hacer de piquete ante las cocheras de la EMT en Carabanchel y fue una noche muy fría. Yo creo que los sindicatos están siendo excesivamente cautelosos esperando que el Gobierno tome medidas de ayuda para los más desfavorecidos, pero me temo que si no son más exigente cualquier día puede saltar la chispa de las movilizaciones espontáneas por cualquier cosa.
    Salud, República y Socialismo

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