El Vaticano toma partido

El Vaticano ha roto su “teórica neutralidad” y ha pasado a avalar las posiciones más retrogradas de la iglesia católica española en torno a la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC).

Y ha sido el prefecto para la Congregación Pontificia para la Educación Católica del Vaticano, el cardenal Zenon Grocholewski, quien en una entrevista en la revista católica italiana “Il consulente” ha manifestado que la objeción a esa asignatura “no solo es oportuna, sino necesaria” Este personaje tiene la desfachatez de comparar la situación de España con la vivida en la Polonia comunista, olvidándose de que este es un país libre y democrático y que aquí no hay persecución religiosa, sino más bien lo contrario, una iglesia católica con unos privilegios excesivos por la debilidad continuada de todos los gobiernos democráticos.

Reclama el prefecto “el derecho de los padres a determinar la educación ético-religiosa que quieren para sus hijos” y yo también o es que acaso EpC impide que los padres enseñen a sus hijos la orientación religiosa que ellos quieran, pero claro lo que no es de recibo es que sea con el dinero de todos los españoles y en los centros públicos. La escuela debe ser laica y aconfesional por lo que debe educar en valores democráticos y de convivencia que es lo que hace y la religión relegada al ámbito que el corresponde: el privado.

Y para redondear su teoría de la idiotez insiste en comparar EpC con la educación en los regimenes totalitarios, advirtiendo que “todos los regímenes dictatoriales buscan guiar la escuela formando ciudadanos que sean dóciles ante sus consignas y que, en el fondo, se convierten en esclavos”. Pero que desfachatez, piensa el ladrón que todos son de su condición y además que desmemoriado, ya que se olvida de la imposición doctrinaria que la iglesia impuso por su apoyo a los regimenes dictatoriales de El Duce y de Franco. La obligación de la religión católica en las escuelas y el adoctrinamiento político a través de la Formación de Espíritu Nacional ¿Acaso no era una escuela de ciudadanos dóciles? ¿Es ese el modelo que el Vaticano entiende como idóneo para la sociedad actual?

Más le valdría a la iglesia católica luchar por los más desfavorecidos y poner orden entre sus jerarcas, que injerir en un tema que la inmensa mayoría de la ciudadanía española no solo acepta sino que comparte los aspectos fundamentales de la asignatura de EpC. No se enteran de que la objeción a la asignatura es una autentico fracaso, solo potenciado por la Espe-rancia y el Camp, los reductos más retrógrados de la derecha española, que se han lanzado a una nueva cruzada para salvar a la ciudadanía de los terribles valores democráticos y de convivencia que la dictadura parlamentaria les quiere imponer.

Salud, República y Socialismo.