jueves, 3 de abril de 2008

El derecho a la huelga

En estos momento en que parece que se recrudecen algunos movimientos huelguísticos en la sociedad, desde la derecha, alguna voces se alzan voces contra el derecho de los trabajadores a defender sus intereses a través de este medio de acción sindical.

Filosofan esta estrategia argumentando que colisionan con los derechos de los usuarios y el conjunto de los ciudadanos. Y olvidan, que este es un derecho constitucional, como otros muchos, que hemos conquistado los ciudadanos y trabajadores, precisamente a través de la propia huelga. Y cuando se quedan sin argumentos sacan la coletilla de las motivaciones políticas de las huelgas, pretendiendo denostar un método de lucha legal para conseguir mejoras salariales y sociales. Y lo cierto es que a nadie debería asustarle la conceptuación de política a esta acción de los trabajadores. Por que en la vida todo es política, desde el precio del transporte, hasta la calidad de la sanidad. Si desde un gobierno, sea estatal o autonómico se imponen condiciones o limitaciones a las pensiones, los salarios, se restringen derechos, etc.; se esta haciendo política y cuando los trabajadores recurren a la huelga para defenderse de esas agresiones también están haciendo política, ¿entonces de que nos asustamos?

La huelga es un derecho como lo es la posibilidad de interrupción del embarazo. Y del mismo modo que ninguna mujer usa de ese derecho de manera alegre, sino en caso de extrema necesidad, los trabajadores recurren a la huelga como última salida para la defensa de sus intereses. Ningún trabajador va a la huelga como quien va a una fiesta. Cuando la patronal o el Gobierno se enroca y no da salida a legítimas reivindicaciones de los trabajadores, a estos no les queda otro recurso que la huelga. ¿O es que alguien piensa que el problema es por la falta de argumentos, lo que hace que la patronal o el gobierno, no atiendan legítimas reivindicaciones? Nadie, si no se ve forzado a hacer concesiones, las hará por libre voluntad y menos esta patronal troglodita existente en España. ¿Es que es procedente que cuando se están dando lo índices de beneficios de las empresas de nuestro país, estas se resistan numantinamente a posibilitar unos salarios dignos y unas condiciones de trabajo adecuadas y seguras?
En España no existe norma legal que regule el ejercicio del derecho a la huelga, y este vacío provoca grandes abusos de patronales y gobiernos, sobre todo en la designación de los servicios mínimos. Unos servicios mínimos que son recurridos ante los tribunales y que en numerosas ocasiones han decretado su carácter abusivo, pero que no sirve absolutamente para nada, porque llega cuando el conflicto ya se ha solucionado. Si un trabajador se salta los servicios mínimos abusivos, dictados por una empresa o gobierno, puede ser despedido. Sin embargo cuando la patronal o el gobierno decretan servicios mínimos abusivos y los tribunales lo reconocen, se van de rositas.

Y tampoco hay que dramatizar con la existencia de servicios mínimos o no. Por poner un ejemplo en Alemania no existen los servicios mínimos, al menos en el trasporte, y no pasa absolutamente nada. Los ciudadanos entienden que es un derecho constitucional y lo asumen de manera normal, por que una vez una persona es usuario de un servicio público y otras veces esa misma persona es un trabajador que necesita forzar la llegada a un acuerdo con su empresa mediante el uso de la huelga y no le gustaría que nadie le limite su derecho a defenderse de los abusos de una patronal o el gobierno.

Otra cosa es el abuso que en determinadas y escasas ocasiones se pueda hacer del derecho a la huelga. Los sindicatos tienen que ser responsables en el ejercicio de este derecho de los trabajadores. Un ejemplo el actual conflicto de los funcionarios de Justicia, a mi modo de entender, es un claro ejemplo de cómo no se debe administrar un conflicto. Hace unos días los sindicatos llegan a un preacuerdo con la administración, con la condición de pasarlo a referendo de los trabajadores. Hasta hay todo correcto. Lo anómalo viene cuando estos sindicatos, en lugar de defender el preacuerdo, que ellos han llegado con la administración, se ponen en contra de él y en lugar de defenderlo piden su rechazo ante los trabajadores. Eso no es coherente. Si desde el ámbito sindical se le exige buena fe en la negociación a la patronal o a la administración, esa misma buena fe es exigible también a los sindicatos. Porque ¿de que sirve llegar a un preacuerdo si se tiene intención pedir su rechazo a los trabajadores? ¿Alguien se piensa que a partir de ahora la Administración se va a fiar de un posible acuerdo con los sindicatos? Otra cosa es que los sindicatos hubieran defendido el preacuerdo ante los trabajadores y éstos legítimamente rechazaran el mismo. La credibilidad de los sindicatos, en este caso, ha quedado debilitada.

En definitiva la huelga es un legitimo derecho de los trabajadores, que, estos y sus sindicatos, usan la inmensa mayoría de la veces con responsabilidad y que muchas veces es la patronal y los gobierno quienes son responsables de la crispación laboral, por la imposiciones servicios mínimos abusivos o el intento de imponer condiciones salarias y laborales draconianas a los trabajadores.

Salud, República y Socialismo.

8 comentarios:

  1. No había entendido lo de la huelga de los trabajadores de Justicia. Pensé que la asamblea había echado atrás un preacuerdo entre sus representantes y el gobierno, y no comprendía cómo no habían dimitido los sindicalistas. Ahora resulta que son ellos mismos, según dices tú, los que se han echado atrás después de llegar a un preacuerdo. Que me maten si lo entiendo. Aquí hay algo que se me escapa, tiene que haber pasado algo para que estos sindicalistas actúen así.

    Salud y República

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  2. Quien frivoliza con el derecho de huelga, jamás ha ejercido ese derecho.

    Cada día de huelga supone unos descuentos brutales, de forma de una huelga de unos pocos días acaba con la nómina de cualquiera.

    Nadie hace huelga por capricho. Es el derecho que más cuesta.

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  3. Yo me pregunto si sale algo bueno de la derecha,porque cosa que piensan, cosa que cagan.

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  4. No entienden que a ningun trabajador le gusta la huelga. Cada día de huelga es un día mas sin cobrar.
    Los bomberos de Córdoba, por ejemplo, llevan ya un mes de huelga, y eso es un mes sin llevar un sueldo a casa.

    Salud y República.

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  5. Rafael
    Pues si parece que los que hemos estado muchos aöos en esto del sindicalismo, no entendemos nada.
    Despues de fimar un documento aceptando la propuesta del ministerio, los sindicalistas de Justicia en lugar de defenderlo, pasar a pedir el voto en contra z al parecer impidiendo elvoto a aquellos que no habiän participado en la huelga.
    Se ve que tu z zo no somos modernos.
    Gracchus Babeuf
    LLevas toda la rayäon no se puede grivoliyar con el derecho a la huelga
    Jose
    Bienvenido a este blog. Estas actuaciones son las que justifican el ataque de la derecha al derecho de la huelga.
    M° Eugenia
    Pareces adivina. Si estoz de nuevo en Berlin. Quiyä el domingo tengais una sorpresa.

    Los errores tipograficos son producto del teclado aleman
    Salud, Republica z Socialismo

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  6. Que les digan a los trabajadores de la EMT de Madrid que no tienen argumentos para hacerla o que están creando serios trastornos a los usuarios. El conflicto parece alargarse indefinidamente porque tienen enfrente a una de las peores patroanles que pueda existir. Llevan más de dos meses y no han conseguido solucionar nada. Con unos abusivos servicios mínimos, el Ayuntamiento consigue que la huelga sea pràcticamente inútil y que no tenga toda la repercusión que debiera. Si hubieran podido paralizar el transporte público de Madrid, habrían conseguido algo más que desesperarse y perder mucho, mucho dinero. Además, ya se han encargado ciertos medios de que la huelga acabe pasando sin pena ni gloria.

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  7. Ese es el problema, los abusivos servicios mínimos los impone el Ayuntamiento de Madrid y cuando son recurridos y los tribunales dan la razón a los trabajadores ¿para que sirve eso ya?
    Y si ante ese abuso se saltan los servicios mínimos, o les llaman terroristas, para poner en su contra a la opinión pública o despiden a trabajadores. Encima hay muchos trabajadores que no entienden que están ejerciendo un derecho constitucional, al que ellos también recurren cuando lo consideran necesario.
    Y no digamos ya de la actitud de la mayoría de los medios de comunicación. Defiende evidentemente a lo que representan, los intereses de la patronal no de los trabajadores.
    Salud, República y Socialismo

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