No quería volver de Berlín sin contar algo que fue, para mi, y no se si también para el resto de las personas, “el otro Muro de de Berlín”. Un muro que no fue imaginario, que fue real, pero que no se veía. Me refiero al muro subterráneo.
El muro que dividió Berlín hace, en el distrito de Mitte, una especie de cuña que se introduce en el Berlín Occidental. De esta manera los trenes del metro que venían de la zona norte de Berlín Occidental, se veían obligadas a cruzar el Berlín Oriental para llegar a la zona sur del Berlín Occidental. Los “trenes de cercanías” no tenían ese problema dado que en Berlín la mayor parte de su trayecto lo hacen en aéreo. La RDA en un alarde de benevolencia permitió que los trenes atravesaran el Berlín Oriental pero, claro, sin parar en las 15 estaciones de la zona oriental.
Estas eran las estaciones fantasmas, los trenes pasaban pero no se detenían. De inmediato todas las estaciones fueron clausuradas, tapiadas al igual que todos los accesos. De igual modo se tapiaron también o al menos se enrejaron todas las alcantarillas que podían conectar las dos zonas. A pesar de ello los berlineses de la zona oriental no se rindieron e intentaron todo tipo de artimañas para poder pasar a través las alcantarillas o a través de los túneles del metro.
Cuando conseguían romper los barrotes que impedían su paso, estos eran sustituidos por otros más sofisticados. La RDA introdujo un sistema de barrotes que consistía en un barrote hueco que dentro llevaba otro barrote macizo untado con grasa lubricante, lo que impedía, o al menos dificultaba enormemente, que cuando el barrote hueco era serrado se pudiera serrar el barrote interior. O la introducción de sistemas de electrificación e incluso el burdo sistema de los estiletes en el suelo.
Todo este mundo subterráneo estaba, además, vigilado por la guardia fronteriza de la RDA. La paranoia de los dirigentes de la RDA llegaba a no fiarse de su propia guardia fronteriza, por lo que en las patrullas introducía elementos de la policía secreta, para detectar cualquier complot de la guardia fronteriza con los posibles “saltadores” del muro. No solo eso sino que, en ocasiones, las patrullas estaban formadas exclusivamente por miembros de las policía secreta, que no se conocían entre si, para garantizar la lealtad de sus miembros, vamos vigilar al vigilante.
Todas estas cosas las cuenta una asociación que está tratando de recuperar la historia del “mundo subterráneo” de Berlín y organiza excursiones por ese mundo subterráneo, búnkeres y antiguas instalaciones militares del Tercer Reich. Cuentan con una página Web cuya dirección es: berlinerunterwelten.de. Tiene una opción en castellano.
El punto de información y partida de las excursiones se encuentra en la entrada de la estación de Gesundbrunnen de la línea de metro U-8. Todas las excursiones tienen guías en castellano. Es una experiencia interesante conocer ese otro muro de Berlín.
Salud, República y Socialismo.
Preciosa historia que desconocía. El mundo está lleno de muros. Unos se tiran, otros se levantan. Todos son lamentables. Obstáculos que aislas e impiden el libre tránsito.
ResponderEliminarY ahora resulta que también ha habido muros subterráneos.
Demasiados muros. ¡Abajo los muros!
Salud y República
Sal (solo hoy) de ese mundo horroroso subterraneo (que es una vergüenza para todos nosotros y vete al Festival de cine de Berlin que hoy ponen un Documental de los Rolling, es el primer año de la historia del Festival que va a dar comienzo con un documental que ha hecho Martin Scorsese, y mañana cuentanos que fue muy agradable. Besitos
ResponderEliminarYo tambien desconocía por completo todo esto,me he quedado petrificada y me ha gustado mucho saberlo,es una historia muy interesante y las cosas que desconocemos y que quizá no salgan jamás a la luz.
ResponderEliminarMenos mal que se terminó tanto horror.
Pues no lo sabia, ha sido interesante saber esta historia.
ResponderEliminarSalud y República
http://nacidoel14deabril.blogspot.com/
La verdad es que hay muchas cosas que se desconocen de esa barbarie. Aunque los berlineses han sabido superar esa parte negra de su pasado, cosa que algunos en este pais, a pesar de haber pasado mucho más tiempo, siguen alclados en el pasado.
ResponderEliminarSalud, República y Socialimo.
En el Metro de Berlin había una aduana: Podía pasar de país cogiendo el metro, y bajando en Alexanderplatz. Con el pasaporte encima, claro, que el abono-transportes no valía. Te expedían un visado válido por un día.
ResponderEliminarYo de Alexanderplatz no tengo ninguna referencia, pero si de Freidriststrasse. Esta estación era el término de los trenes que venían del mundo occidental, allí existía un muro en la propia estación que separaba los trenes que venían de un lado y otro; y allí estaba tambien la aduana por donde se entraba en el Berlín del este.
ResponderEliminarY se cuenta, también, que allí axitía un mercado negro de diversos productos como el tabaco.
Salud, República y Socialismo.