martes, 29 de enero de 2008

El privilegio de los/as prejubilados/as

Hoy tenía intención de escribir sobre otro tema, pero lo he pospuesto para mejor ocasión después de leer la respuesta de M. Eugenia Creus-Piqué a uno de mis comentarios en sus blog. M. Eugenia está deprimida y lo ha pasado mal desde que se prejubiló.

Yo también estoy prejubilado, al igual que mi buen amigo Rafael García Almazán, con quien comparto muchas inquietudes. Llevo 29 días prejubilado, pero podría lleva casi cuatro años, pues pospuse mi prejubilación por mi compromiso sindical. Pienso que después de 40 años de vida laboral se tiene merecido pasar a esta nueva situación.

Es un error pensar que la prejubilación es una expulsión del mundo laboral, al menos en mi caso y en mi empresa era una opción voluntaria, y tan voluntaria que no se han cubierto las previsiones de la empresa. El problema de la prejubilación radica en que solo podemos acceder a ella quienes hemos trabajado en grandes empresa. La prejubilación hay que afrontarla como una oportunidad que te da la vida, para hacer todas esas pequeñas y grandes cosas que siempre has querido hacer y no has tenido tiempo de poder hacerlas; incluso estar todo el día tocándote el ombligo si esa es tu opción. Hay mucha vida fuera del mundo laboral.

Hay que pensar que esta es una oportunidad única para poder vivir intensamente los próximos quince o veinte años que posiblemente vas a contar con fuerzas y buena salud, después ya no será posible. Hace un año tuve un pequeño infarto del que estoy plenamente restablecido; así que catorce meses después y con tres muelles en las coronarias me dispongo a disfrutar del placer de disponer de mi tiempo como me plazca. Me sigo levantándome y acostándome a la misma hora y hay días que me falta tiempo para hacer las cosas que tenía previsto realizar.

Física y mentalmente me encuentro mejor que cuando iba a diario al sindicato, y eso que estaba haciendo algo que me gustaba. Práctico casi todos los días deporte (natación o bicicleta de montaña), paseo todos los días con mi perra, intento leer a diario, me peleo dos veces en semana con el English en la Escuela Oficial de Idiomas de Rivas Vaciamadrid, soy duro de oídos y de garganta pero terco como una mula; he abierto este blog con el puedo expresar libremente mis ideas y contrastarlas con quienes me quieran leer y criticar; cuando puedo me voy cámara al hombro, imitando a Frank Cappa o a mi amigo Manuel Fonseca (un buen y premiado fotógrafo) y acabo de abrir un álbum en Picasa para compartir mis mediocres fotos con mis amigos y además, aún siendo consciente de mis muchas limitaciones, me estoy atreviendo a escribir un libro sobre la negociación colectiva en Telefónica en los últimos treinta años. ¡Ah! y procuro hacer algo más de mi parte de housework para que mi pareja no se deprima a diario cuando la dejo en el metro y yo me vuelco a casa a hacer las tareas propias de un prejubilado.

Como veras, M. Eugenia, con tantas cosas no queda tiempo para la depresión. Ese es el secreto querer disfrutar de la vida, cada cual según sus inquietudes y sus hobis, y si no se tiene hay que buscarlos, porque deprimente no es nuestra situación. Deprimente es la situación de quien están en un andamio, en una mina, o en tantos oficios donde te exprimen, arriesgas tu vida y encima te pagan mal.

Y por último, la empresa no es tu mundo ¡NO ES TU EMPRESA¡ la empresa es de los accionistas o de los empresarios, tu solo eres una pieza más de la maquinaria y seguramente no te habrán pagado lo suficiente por tu trabajo.

Así mucho animo y a disfrutar de lo que nos hemos ganado a pulso en toda una vida laboral.

Salud, República y Socialismo.

4 comentarios:

  1. Y qué querés que te diga, ché pìbe.
    Totalmente de acuerdo, tu ya lo sabes. Amén.


    Salud y República

    ResponderEliminar
  2. Mi querido Antonio.
    Cuanta razón tienes,en mi blog en el post de Grecia te he dejado una respuesta que quizá sirva para aclarar un poco mi estado y la causa de él.
    A parte debía ser yo una atontada total con mi empresa,la echo de menos,tambien a unos cuantos compañeros,y lo peor es que cuando nos dijeron que nos pre jubilaban,yo,estuve contentísima y luego fué al revés,a mí me encantaba mi trabajo,disfrutaba con él ,se me pasaban las ocho horas volando,y esto es muy importante porque no a todas las personas les gusta su trabajo.
    Tampoco entiendo como una empresa puede permitirse el lujo de prescindir de los trabajadores que más saben,yo en cuarenta años había estado en todos los departamentos y sabía hacer de todo con los ojos cerrados,te sacan para poner una persona eventual,que la exprimen al máximo,que no tiene idea de nada y así debe funcionar bien una empresa,sí que ahorran dinero pues aquella persona entra a trabajar con unas condiciones que no se parecen en nada a las que uno tenía,pero el servicio que dan deja mucho que desear.
    Mi compañero digamos de trabajo Rafa Almazán,él en Alitalia y yo en Iberia,está contentísimo de su jubilación.
    Yo espero rehacerme y poco a poco ir disfrutando de estas vacaciones pagadas que tenemos.
    Espero conseguirlo pronto.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. M. Eugenia las empresas no conocen nada más que la ley del máximo benificio, y desde la perpectiva capitalista solo sobreviven las que mejor lo consiguen.
    Por eso cuando, por una vez, nos podemos beneficiar de esa norma básica del mercado, pues hay que aprovecharla, porque las oportunidades no pasan muchas veces por la puerta.
    Salud República y Socialismo.

    ResponderEliminar
  4. Hola Feos, depre....que es eso? solo un estado de animo y ademas muy negativo para llevar a cabo cualquier actividad,asi que ahora toca enfocar las cosas desde otro punto de vista, pasas de ser el de la foto, a hacer la foto "como antonio" xddd, y eso mola.....ahora,solo tu eres lo que importa.

    ResponderEliminar

Escribe, comenta y disiente con total libertad de expresión. El único limite la mentira y el insulto.