Sumar va a iniciar un proceso necesario: reducir la jornada laboral máxima, para ganar tiempo para una vida mejor.
A mediados de 1983 el gobierno socialista bajó las jornada laboral a las 40 horas semanales. Desde hace 40 años, salvo algunas excepciones en convenios sectoriales y de empresa, la jornada laboral de trabajadores y trabajadoras sigue anclada en las 40 horas semanales.
40 años en los que los empresarios se han apropiado la totalidad de la plusvalía que se generaba en sus empresas, sin que los trabajadores y trabajadoras se beneficiaran de su participación en ese incremento de la plusvalía.
Cuando se introducen nuevas tecnologías o nuevos métodos de trabajo se produce un incremento de la productividad y por tanto un incremento de la plusvalía de los productos o servicios. El origen de estos incrementos está por un lado en la inversión del empresario y por otro lado por la fuerza de trabajo aportada por los trabajadores y trabajadoras de las empresas. Lo que ha sucedido en estos 40 años es que los empresarios se han apropiado de todo el incremento de la plusvalía, incluida la que le correspondería a trabajadores y trabajadoras.
Por eso es justa esta prepuesta de reducción de la jornada laboral, para compensar la apropiación indebida, por parte de los empresarios de la parte del incremento de la plusvalía que correspondería al esfuerzo de trabajadores y trabajadoras.
Con ello, mejorará la compatibilidad del tiempo de trabajo con el resto de los usos del tiempo, desde un reparto equilibrado de las tareas de cuidados y autocuidado al tiempo destinado a la formación, el ocio o la participación social.
Salud, República y Socialismo.
Buena propuesta!
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