A ver, Pablo Iglesias, si soy capaz de explicarme para que me entiendas. Si yo fuera diputado y me hubiera encontrado en un ascensor con un fascista, mi cortesía parlamentaria, por coherencia, habría sido más limitada.
Yo seguramente no le habría escupido y me habría limitado a darle los buenos dias como persona educada que soy. Pero nada mas. Porque de lo contrario habría ofendido a los millones de mujeres que ese fascista considera ciudadanas de segunda clase, a los millones de trabajadores que piensa que hay que bajarles el salario, a la mayoría social que ve como piensa, ese fascista, bajarle los impuestos drásticamente a los poderosos y a continuación privatizar sanidad, educación, dependencia, a los millones de pensionistas a lo que reduciría y privatizaría su pensión,... Es decir eliminar lo que queda del estado del bienestar.
A mi me importa un bledo si este fascista se ha caído o no del caballo o se ha lesionado la pierna haciendo deporte. Me importa un bledo si ese fascista va al fisio o no, si se le cura la pierna o no o si tiene que ir a rastras al parlamento. Y me importa un bledo lo que le pase, porque si llegara al poder no tardaría en ilegalizar a los partidos de izquierda y perseguir y encarcelar a sus dirigentes políticos y sindicales, lo mismo que hizo Hitler en la década de los 30 del siglo pasado. A él le importaría bien poco la vida de los demás.
Y me importa un bledo porque de lo contrario estaría ofendiendo a los cientos de miles de republicanos que dieron su vida por defender la legítima República y la democracia y que elementos como este fascista, con el asesino Franco a la cabeza, se encargaron de eliminar.
Y yo les odio. Odio al fascismo y a los fascistas. Reivindico mi derecho a odiarlos aunque haya algún soplapollas que diga que estoy cometiendo un delito de odio. Y los odio por coherencia política que es lo que nos falta últimamente a la izquierda. Los odio porque algunos mantenemos la memoria y sabemos lo que fueron y lo que hicieron y sabemos que es lo que serían y lo que harían si tuvieran la oportunidad de llegar al poder.
Es decir coherencia, coherencia y coherencia y de paso reflexionar sobre el porque Unidas Podemos nos hemos dejado por el camino la mitad de los votantes desde las dos últimas elecciones generales. Y no solucionarlo todo con la simpleza de "nos hubiera gustado un mejor resultado". Y a mi tener 25 años menos.
Salud, República y Socialismo.