Este sábado centenares de organizaciones políticas, sindicales y sociales hacen un llamamiento a manifestarse contra el CETA y el TTIP. Dos tratados de la UE, el primero con Canadá y el segundo con los EEUU.
Hay muchísimas razones para oponerse a estos acuerdos pero la principal de ellas es su opacidad. No quieren que se sepa lo que se acuerda, sobre todo la letra pequeña. Hasta a los europarlamentarios se les restringe la información. Solo este motivo es una razón de peso para oponerse al TTIP. Si no quieren que conozcamos su contenido es que en nada debe favorece a los trabajadores.
Para mi a varias razones más. La primera de ellas es que las multinacionales podrían demandar a los estados si consideran que las leyes posteriores a la firma de los tratados perjudican sus intereses. Se imaginan que los trabajadores pudiéramos demandar a los estados por las leyes regresivas que permanentemente legislan y nos aplican. Con esto pretenden limitar la autonomía de los ciudadanos a la hora de eligir sus gobiernos.
Otra razón es la perdida de puestos de empleo que ocasionarán estos tratados. No es ficción. Desde la entrada en vigor del CETA se han perdido casi un millón de empleos. Otra razón es la perdida de condiciones laborales y salariales, sobre todo de los europeos, que la firma del TTIP traerá consigo. EEUU apenas a ratificado los convenios de la OIT Más razones. La homogeneización de las condiciones de seguridad alimenticia traerán consigo una perdida de los controles alimentarios que existen en la UE, dado que EEUU tienen una legislación mucho más permisiva en estos temas. Los conflicto entre las empresas y los estados serán resueltos no por los tribunales de cada uno de los países sino por tribunales de expertos donde estarán representados los lobbis empresariales y no así los sindicatos ni las organizaciones sociales.
Esta pocas razones son motivos más que suficientes para oponerse a los dos tratados, pero si faltaran argumentos se pueden encontrar en el manifiesto elaborado por las organizaciones convocantes de la protesta.
Las personas y el planeta por encima de las multinacionales.
No a la pobreza, no a la desigualdad, no al CETA no al TTIP
Nosotras, organizaciones de la sociedad civil, ecologistas,
ONG de Desarrollo, campesinas, políticas y sindicales salimos una vez más a la
calle para reclamar un sistema que garantice la equidad, que sea respetuoso con
el medio ambiente y garantice los derechos de todas las personas en todo el
mundo, sin dejar a nadie atrás.
La pobreza y la desigualdad son cada vez más extremas,
intensas y crónicas. Es urgente cambiar este sistema que genera riqueza para el
1% y un empobrecimiento generalizado para el resto de la población, tanto
dentro como fuera del Estado español. Un sistema que fomenta la guerra para el
control geoestratégico de los recursos, destruye la naturaleza e incrementa las
desigualdades sociales.
Existen compromisos internacionales, como los recién
acordados Objetivos de Desarrollo Sostenible, los protocolos de Derechos
Humanos, los Convenidos de la OIT y las Iniciativas por el Trabajo Decente, el
Acuerdo de París contra el Cambio Climático, el Tratado Internacional de los
Pueblos para el Control de las Empresas Transnacionales que deben ser cumplidos
para asegurar un cambio de rumbo y garantizar los derechos humanos. No
cumplirlos significa continuar en la senda productivista y de destrucción
ambiental que aumenta las desigualdades, la pobreza y el autoritarismo.
La situación que vivimos se ve agravada por las mal llamadas
políticas de “austeridad”, impuestas por la UE. El sistema permite, además, el
fraude y la elusión fiscal de las grandes empresas y fortunas. Cada vez hay más
fondos y grandes bancos españoles que operan en paraísos fiscales. Se negocia,
a nuestras espaldas, tratados comerciales que van hipotecar nuestro bienestar,
el de futuras generaciones y el del planeta. Tratados como el TTIP, el CETA, o
el TISA.
Por ello, nos oponemos a los tratados de libre comercio que
ahondan la brecha de la desigualdad y amenazan la democracia. Acuerdos que
afectarán negativamente a la cultura, a los servicios públicos, a los derechos
laborales y ambientales. Pondrán en peligro la agricultura tradicional y la
soberanía alimentaria; reducirán el derecho a la salud en beneficio de las
grandes farmacéuticas; priorizarán los combustibles fósiles en detrimento de
las energías renovables. Y, sobre todo, limitarán nuestro derecho y capacidad
para construir y lograr una sociedad más justa.
Este año hacemos especial hincapié en el CETA, el tratado
que se ha negociado con Canadá de espaldas a la ciudadanía. Un acuerdo que
favorece únicamente los intereses de las élites económicas y políticas de
Canadá y Europa y deja, una vez más, a las clases menos favorecidas en la
cuneta.
La Comisión Europea está actuando como representante de esas
élites y no de la ciudadanía. Está forzando la legalidad para que entre en
vigor este Tratado antes de que los parlamentos nacionales tengan oportunidad
de aceptar o rechazarlo.
Exigimos un sistema basado en el respeto y garantía de los
derechos. Exigimos respuestas políticas respetuosas con la justicia social y la
ambiental. Políticas que permitan no solo la recuperación, sino la mejora y el
fortalecimiento de todos los derechos y garantías sociales que han sido
debilitados por los sucesivos gobiernos.
Por todo ello exigimos:
• Soluciones basadas en Derechos y Justicia para atajar las
desigualdades y frenar el incremento de la pobreza, de las desigualdades y el
deterioro medioambiental en cualquier lugar del planeta.
• Políticas coherentes con la defensa de los derechos
humanos y la protección medioambiental en todo el planeta.
• Paralización y la no entrada en vigor de los tratados
comerciales como el CETA, el TiSA, o el TTIP que, negociados a espaldas de la
ciudadanía, amenazan la democracia, multiplican el poder de las multinacionales
y limitan los derechos de las personas y la protección del medioambiente.
• Justicia Fiscal a través de políticas tributarias justas,
progresivas y suficientes, que sostengan las políticas sociales y
medioambientales. Demandamos la transición hacia un modelo energético
sostenible, y el cumplimiento de los derechos económicos sociales y culturales
¡No a la pobreza! ¡No a la desigualdad! ¡Soluciones con
derechos!
¡Ni CETA,ni TTIP, ni TISA! ¡No a los tratados!
Salud, República y Socialismo
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