La derecha española esta obsesionada con el olvido, pero solo con el olvido de los otros. Cada vez que se les pregunta por la memoria histórica siempre acuden al mismo argumento, el olvido. Es lo que le ha pasado esta semana a Bertín Osborne.
Ante el comentario de Gemma Nierga, en referencia a la entrevista que él hizo a Carmen Martínez Bordiu de "¿Pero cómo vamos a olvidarnos de que mató a familiares de gente que ahora está escuchando?", la respuesta de Bertín fue: "A mí me mataron a siete tíos carnales en Paracuellos. Yo sí me he olvidado y si me olvido yo, se pueden olvidar los demás".
Bertín no se quiere dar cuenta de que hay una gran diferencia entre unos muertos y otros. Mientras unos, los suyos, han sido merecedores por el régimen franquista de honores y reconocimientos, los otros, los que defendían la legalidad republicana, siguen enterrados en las cunetas o en las tapias de los cementerios. No sabe, o no quiere saber, que todavía hay en España más de dos mil fosas comunes donde están los restos de esos defensores de la legalidad republicana.
Bertín no quiere enterarse de que los familiares de los asesinados por el franquismo no podrán olvidar mientras sus familiares no recuperen la dignidad arrebatada, mientras sigan abandonados en cunetas y tapias de cementerios. No pueden olvidar que este gobierno, el de Mariano Rajoy y el Partido Popular, enterró la ley de Memoria Histórica al retirar todos los medios económicos para su desarrollo. Porque este gobierno parece que se siente muy cómodo siguiendo sin condenar los crímenes del franquismo.
Tampoco quiere interesarse de que los familiares de los asesinados no tienen ámino alguno de reabrir heridas. Ellos lo único que pretenden es que todos los muertos de la guerra civil tengan la misma dignidad. Es muy fácil decir que “¡No podemos sacar esto otra vez, cincuenta años después, ha
habido muertos por todos los lados, no podemos estar otra vez con las
dos Españas! ¡Que estaba superado ya, hace muchos años!”. Superado ¿por quienes? ¿Por los que desde el primer día han podido honrar a sus muertos mientras negaban que los otros pudieran hacer lo mismo? Lo terrible es que cuarenta y menos años después se siga impidiendo que los asesinados por los golpistas salgan de las cunetas y las tapias de los cementerios en que se encuentran. Una realidad motivada porque el PP retira los medios que deberían desarrollar la ley de Memoria Histórica.
Se olvida también Bertín que unos muertos son consecuencia de la venganza de los vencedores, mientras que los suyos, los que se sublevaron, son solo la consecuencia de un enfrentamiento bélico. Las dos Españas solo la mantienen quienes pretenden que siga habiendo diferencias entre unos muertos y otros. Aunque esas diferencias honren a los que defendían la legalidad republicana y las libertades democráticas y no dejen en buen lugar a los que pretendían conculcar esa legalidad e imponer un régimen de terror.
Son muchas las discriminaciones y agravios como para que se pueda olvidar tan fácilmente como pretende Bertín Osborne.
Salud, República y Socialismo.
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