Ya van dos desastres electorales del PP, el primero fue en las europeas y como no hay dos sin tres la tercera le llegará este otoño con las elecciones generales. En las dos elecciones el PP ha tenido una sangría de votos y un perdida importante de representatividad, pero ellos pretenden ocultar el batacazo con el manido "somos el partido más votado" El que no se consuela es porque no quiere.
La noche electoral tuvo para mi un sabor agridulce. Dulce porque los resultados del Partido Popular evidencia que su ciclo político está llegando al fin y de igual manera que las municipales y autonómicas del 2001 le sirvió para incrementar el triunfo en la generales de ese años, su dos batacazos consecutivos tendrán un efecto exponencial en las generales del otoño.
Disfruté mucho viendo el patetismo de la cara de Aguirre anunciando su triunfo en la alcaldía de Madrid. Ese gesto de sufrimiento interno me gratificó porque evidencia que el miedo está cambiando de bando. Ahora son ellos los que están empezando a sentir miedo, miedo a perder el poder y todos sus prebendas. Miedo de todos esos cargos públicos del PP que se van a ir al paro en cuanto se constituyan las nuevas instituciones publicas. Ya está bien que todo el miedo que el Partido Popular ha metido en el cuerpo de millones de ciudadanos a los que han puteado, se vuelva un poco contra ellos. No me dan pena.
Y también un sabor agrio por los malos resultados, malísimos de IU. Son muchas la causas de esta debacle electoral, que analizaré en otro momento. Me duele porque IU ha estado siempre en todas las luchas y movilizaciones defendiendo los derechos de los más desprotegidos. Y en las instituciones públicas sus propuestas iban encaminadas a mitigar los efectos de las políticas de recortes sociales del Partido Popular. Otras, en mi opinión, han sido las causas de la debacle.
Pero volviendo al Partido Popular creo que su actitud del avestruz, que no quiere ver los problemas, porque lo que no se ve no existe, está siendo el detonante de sus consecutivos desastres electorales. Rajoy, el inmovilista, y con él casi todos los dirigentes populares se consuelan con seguir siendo la primera fuerza después de las elecciones. Por eso insiste en su propuesta de permitir gobernar a la lista más votada, para tratar de diluir el desastre de sus resultados. Dice Rajoy que eso es lo que han decidido los electores. Mentira, la ciudadanía ha decidido quitarle el apoyo al Partido Popular y que sean otros los que lleven el timón de las instituciones.
Se aferran a cosas como la mala comunicación de sus "logros económicos y sociales". Pero no es un problema de comunicar, sino de hacer, de malhacer. La ciudadanía ha despertado de su letargo, se ha cansado de sufrir los efectos de una crisis de la que no son responsables y se han cansado que un día y el otro también no despertemos con nuevos casos de corrupcion. Corrupción que afecta de manera generalizada al Partido Popular. El PP se pensaba que la paciencia de la ciudadanía era ilimitada y que daba igual las mentiras, los corruptos las corrupciones, los sacrificios impuestos. Que cambiando su política de comunicación y manipulando los medios de comunicación públicos iban a conseguir que la ciudadanía siguiera adormilada y no despertara de la pesadilla en la que el PP le había metido. Pero le han fallado los cálculos y la ciudadana ha comenzado a despertar y ha visto la verdadera imagen del PP y no le ha gustado.
La ciudadanía ha votado para exigir un cambio de rumbo en la política y en el modo de hacer política y entiende que eso hay que hacerlo sin contar con el PP, que su ciclo se está terminando, que hay que dejar paso a nuevos actores políticos. Si el PP se conforma con ser la fuerza política más votada y no se da cuenta de que, a pesar de eso, puede perder el poder de casi todas las autonomías y el gobierno de las más importantes ciudades españolas, peor para ellos y mejor para nosotros. Porque cuando se quieran dar cuenta, entonces será demasiado tarde. Porque el bipartidismo está herido de muerte y en la nueva configuración de las fuerzas políticas, ser primera fuerza política puede ser irrelevante. Que sigan así, de victoria en victoria hasta la derrota final.
Salud, República y Socialismo.
Hola, Antonio. Visito por primera vez tu blog y me parecen interesante por los temas que planteas.
ResponderEliminarSobre estas elecciones, coincido contigo.La pérdida de votos del PP es una brecha abierta en el bunker inmovilista. Las candidaturas de unidad popular han sido un éxito logrado por el "empoderamiento" del pueblo.
En cuanto a IU, es una pena que no hayan sabido ver la importancia de una alianza con otros colectivos de izquierda.Los intereses de los burócratas del partido han prevalecido y eso les sitúa del lado de los viejos partidos que pretendemos eliminar. La llamada que ahora hace Cayo Lara causa risa; creo que la iniciativa de unir fuerzas progresistas de izquierda no le corresponde mas que a Podemos que ha sido el partido que ha movilizado a las clases populares y ha llamado casta a quienes lo son.
Salud.