domingo, 9 de noviembre de 2014

25 años sin el muro de Berlín

Hoy se han cumplido 25 años de la caída del muro de Berlín. Un muro que desde 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 encerró la parte occidental de la ciudad para evitar la huida masiva de los habitantes de Berlín Este.
Después de 28 años de existencia del muro estaba claro que más pronto que tarde el muro de Berlín caería, llevando una brisa de libertad a los alemanes del Berlín oriental. Pero a veces una casualidad puede hacer que las cosas se precipiten y en esta ocasión una casualidad hizo que la caída del muro se adelantara.

En 1989 las ansias de libertad de los alemanes del este se acrecientan de manera especial. La frontera de Hungría  es utilizada para salir hacia Austria, hasta agosto ya habían conseguido salir de Alemania Oriental 3.500 personas por ese método.  En septiembre consiguen salir a través de las embajadas de Praga y Varsovia otros 5.500 alemanes. El 11 de octubre lideres del SED confiesan la necesidad de realizar reformas democráticas. El 16 de octubre 120.000 manifestantes en Leipzip piden democracia y elecciones libres. El 18 de octubre Erich Honecker, Jefe del SED dimite de sus cargos en el partido Comunista y el estado. Es reemplazado por Egon Krenz. El 4 de noviembre 500.000 berlineses orientales se manifiestan pidiendo elecciones libres, libertad de viajes y reformas democráticas. El 7 de noviembre dimite todo el gobierno de la RDA. El 8 de noviembre dimite el Politburó del SED. Ese mismo día se elige un nuevo Politburó y designa como primer ministro a Hans Modrow.

El 9 de noviembre Günter Schabowski, miembro del Politburó, da una conferencia de prensa para informar de los acuerdos del SED del día anterior. A las 18:53  Schabowski saca un trozo de papel y lee lo que en él estaba estaba escrito. Aparentemente no conocía el contenido de ese papel que, antes de la conferencia de prensa, le había entregado Ergon Krenz, sucesor de Honecker:

“Los viajes privados al extranjero puede ser realizados sin ser necesario presentar o solicitar condiciones para ello, motivos justificados o causas familiares. Los permisos se otorgarán al poco tiempo. Las competencias correspondientes, -Schabowski levantó la vista- las oficinas de la policía, tienen que otorgar las visas con prontitud y sin que sea necesario para ello cumplir condiciones especiales.”


En la sala se oyen murmullos ¿que significa esto? ¿viajes privados? ¿sin motivos justificados"? ¿permisos en corto tiempo? Los periodistas están confundidos, también a Schabowski  le cuesta entender lo que acaba de leer.

Pregunta: ¿Es esto también valido para Berlín Oeste?

Schabowski se encoge de hombros, rebusca entre sus papeles: “Por consiguiente (silencio)  si, si” Entonces sigue leyendo “La posibilidad de viajar se puede realizar desde cualquier frontera de la RDA a la BRD o desde Berlín Oeste”.

Pregunta: ¿Cuando entra en vigor?

De nuevo Schabowski rebusca entre sus papeles: “Según tengo entendido,… entra en vigor inmediatamente.” 

El “telediario” de la 20:00 horas se hace eco de las palabras de Schabowski: “La RDA abre la frontera”. Y de esta manera miles de berlineses orientales se enteran de las declaraciones de Schabowski. Y este hecho es lo que precipita los acontecimientos.

Puente Borholmer
A las  20:30 horas miles de personas se concentran en el puesto fronterizo del puente de Borholmer así como en los demás puestos. Unos exigiendo pasar la frontera, otros por ver con curiosidad lo que verdaderamente estaba pasando. A las 21:00 la multitud exige a gritos la apertura del puesto fronterizo, la caravana de coches es ya de más de un kilometro. A las 22:30 el jefe del puesto fronterizo llama a su superior: “No podemos detenerlo más, tenemos que abrir el GÜST. Hay que regular el control y dejar que la gente salga” . Nadie se atreve a dar una orden en contra. El puesto fronterizo es abierto y miles de personas se precipitan por el puente de Borholmer en dirección a Berlín Oeste. Y con efecto dominó los demás puestos fronterizo se van abriendo uno tras otro. A las 00:02, según  los informes de la policía del este, todos los puestos fronterizos están abiertos. El muro de Berlín ha caído, aunque físicamente siga existiendo algún tiempo más.

La caída del muro significó la consecución de las libertades democráticas de los alemanes orientales, tras la unificación un año después, y también para iniciar el principio del fin de los países del socialismo real, pero también para que esos alemanes se dieran cuanta de que lo que había en el oeste no era la panacea y que el  capitalismo no solucionaba sus problemas, era un problema más. 

Esperemos que mas pronto que tarde todos los muros que separan personas caigan y en su lugar se construyan puentes que posibiliten el intercambio cultural y de civilizaciones y el mundo pueda vivir en paz, armonía y solidaridad.

Salud, República Socialismo

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