Los empresarios españoles cada vez que dicen una burrada rectifican con la cantinela de que se han sacado de contexto sus declaraciones. Pero cuando la burrada no es una anécdota sino una constante, entonces puede ser que las burradas sean su manera de entender las relaciones laborales. Este es el caso de Mónica Oriol.
La presidenta del Circulo de Empresarios, a pesar de ser mujer, ha tenido la ocurrencia de decir que "Yo prefiero una mujer de más de 45 años o de menos de 25, porque como se quede embarazada nos encontramos con el problema". Y lo dice una mujer que es madre de 6 hijos. Mónica Oriol tiene una gran contradicción, considera una gran problema la maternidad pero para ella, al parecer, no han sido problema alguno. Aunque su verdadero problema es considerar que las mujeres en edad de ser madre son un problema.
El problema de fondo es que tanto Mónica Oriol como la mayor parte del empresariado español están en contra de facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. No entienden que en las sociedades avanzadas la conciliación de la vidas laboral y familiar es una hecho asumido en el mundo laboral con normalidad. Que eso es un derecho del trabajador sea este hombre o mujer. Pero por desgracia la mayoría del empresariado español, solo entiende de relaciones laborales con muy limitados derechos de los trabajadores. De largas jornadas, reducidos salarios y enormes facilidades para despedir. Todo lo que se salga de esos parámetros son privilegios que limitan la productividad de sus empresas. No les entra en la cabeza que cuanto mejor clima laboral se establezca en el trabajo, el trabajador es más productivo.
Las mujeres en edad fértil no son un problema aislado para Mónica Oriol. Hoy son las mujeres y hace unos meses era que los jóvenes sin formación tuvieran un salario inferior al SMI, porque "no valen para nada" y no se ganan el salario que se les paga. Pero esta energúmena iba aún mas allá pretendiendo que se reduzca la prestación por desempleo o limitar la intervención de los sindicatos en las relación laborales. Mónica Oriol solo entiende las relaciones laborales bajo el prisma de la reducción de costes laborales. No importa si ello lleva a no poder tener una vida digna o se limita el acceso al trabajo a un sector de la sociedad.
El verdadero problema es, salvo honrosas excepciones, el empresariado español en su conjunto. Un empresariado que no sabe ser competitivo sino a fuerza de reducir los costes laborales. Y por ello les sobra la conciliación de la vida laboral, los sindicatos fuertes y con capacidad de negociar, las indemnizaciones razonables por despido y las prestaciones por desempleo, los empleos y salarios dignos y los jóvenes sin formación. Todo lo que haga referencia al trabajo digno y con derechos. Su modelo de relaciones laborales es lo más parecido a la época preindustrial, trabajar por un mal sustento y un mal techo.
Mónica Oriol es tan solo el esperpento del empresario típico español.
Salud, República y Socialismo.
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