lunes, 12 de mayo de 2014

La burrada de la semana, José Vicente González


No se si es que será una norma de los empresarios españoles decir de vez en cuando una barbaridad, pero lo cierto es que no pasa semana  en que alguno de ellos no cometa un desliz. Esta semana le ha tocado a José Vicente González, presidente de la patronal valenciana.

Para este empresario ante la situación de desempleo que padece España "no estamos para ponernos exquisitos", o lo que es lo mismo hay que aceptar lo que nos echen los empresarios.  según él en España no existen "ni el empleo basura ni los salarios basura". Esto debe ser una invención de los trabajadores que son unos tiquismiquis y solo aceptan trabajos de nuevos ricos.
 
Decir que en este país no existen "ni el empleo basura ni los salarios basura" es simplemente desconocer la realidad mercado laboral español. Desconocer, o no querer reconocer,  que  en este país se contrata a tiempo parcial y se exige trabajar a tiempo completo, que multitud de horas extras no se pagan, que exigen los falsos autónomos, que se cobra por debajo del SMI, que se contrata por días e incluso por horas, que se trabaja sin seguridad social, que a las mujeres se les despiden por quedarse embarazadas y un sinfín de anomalías más. Eso se mire como se mire es simplemente empleo y salario basura.
 

 
Ponerse esquisito como dice el responsable de la patronal valenciana es simplemente exigir el cumplimiento de la constitución española, relativa a la obligación que tienen los poderes públicos de garantizar un empleo digno que posibilite un salario digno y una vida digna. La realidad actual es que tener un empleo no es garantía de estar fuera del umbral de la pobreza, porque gracias a la reforma laboral del Partido Popular muchos salarios no permiten llegar ni a mediados de mes y con unas condiciones laborales y de seguridad, propias mas del siglo XIX que del siglo XXI.
 
Los empresarios deberían entender que al igual que ellos exigen una profesionalidad adecuada a sus trabajadores, estos tienen el derecho de tener una contraprestación económica que les permita esa vida digna a la que tienen derecho. Porque sino, se degrada el sentido del trabajo. El acceso a un trabajo no puede se bajo cualquier condición, porque si un empresario no es capaz de dar un salario digno a cambio de un trabajo digno, es posible que lo que no sea viable sea la propia empresa. No puede mantenerse el enriquecimiento empresarial y la supervivencia de la empresa bajo condiciones laborales cuasi feudales. El trabajo tiene que tener también una función social, que es la de procurar el bienestar de los trabajadores.
 
Pero claro todos estos conceptos  parecen  parece que les vienen grandes a la mayoría de los empresarios españoles, que solo piensan en su lucro personal y al precio que sea. Aunque este sea el condenar a la miseria y a la explotación a sus trabajadores. Se olvidan  que el feudalismo hace ya muchos siglos que se acabó.
 
Salud, República y Socialismo.  

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