Últimamente parece como si estuviera de moda ser mujer tontita. Para evadirse de responsabilidades se alude al no se, no me acuerdo o simplemente se intenta aludir esa responsabilidad con una gran mentira. En esto se lleva la palma la ministra de Sanidad, Ana Mato.
Decía esta semana, la ministra florero, que "se mida por donde se mida las familias españolas han
sufrido las mayores desigualdades durante las etapas de gobierno
socialista". No voy a defender al gobierno socialista, responsable de los primeros y muy importantes recortes sociales al inicio de la crisis económica. Pero hay que estar ciega o ser muy manipuladora para decir esa barbaridad.
Las familias españolas, los trabajadores españoles, los pensionistas y jubilados españoles, los jóvenes españoles, las mujeres españolas, es decir toda la sociedad española, no solo no han padecido mayores desigualdades en periodos anteriores, sino que vivimos la etapa de mayor desigualdad social de la historia de democrática reciente.
Para justificar su barbaridad, la ministra de Sanidad afirma que "la evolución del paro es un termómetro que nunca falla", para añadir a continuación que "durante el periodo 1996 a 2004, con el Ejecutivo del PP, se crearon cuatro millones de puestos de trabajo". Yo no se cuantos millones de puestos de trabajo se crearon desde 2004 a 2007 (inicio de la crisis económica), pero lo cierto es que el paro registrado en 2004 era el 11,00% y en 2007 el 8,3%. El menor alcanzado en muchísimos años en España.
Pero el concepto desigualdad no solo tiene que ver el mayor o menor número de empleos, sino con la calidad de dicho empleo. Lo que esta claro es que desde que nos malgobierna el P.P. la calidad de los empleos se ha visto reducida drásticamente. Hoy tener un empleo fijo ya no es garantía de estar fuera de los indices de pobreza, como si lo era años antes de la llegada al gobierno de Mariano Rajoy. Como consecuencia de ello y del incremento del desempleo muchas familias se ven en la necesidad de acudir a las ayuda de familiares y amigos para poder malcomer. El riesgo de pobreza (según Eurostat) ha pasado desde el 23,3% en 2007 hasta el 28,2% en 2012. Es decir se ha incrementado en 5 puntos, mientras que la media de la UE tan solo ha crecido, en ese periodo, 0,6 puntos.
Organizaciones sociales estiman que hay alrededor de dos millos de niños es España que sufren de malnutrición. Caritas afirma que desde 2007 ha habido un incremento del 251,4% de los personas que son atendidas
en sus servicios de acogida, pasando
de 370.251 en ese año a 1.300.914 en 2012. España se sitúa en el lugar 26 de 29 países industrializados en cuanto a pobreza infantil, solo por encima de Letonia, EE.UU. y Rumanía.
En España existen, según la EPA del último trimestre de 2013, 1.832.300 de familias en los que todos sus miembros están en paro y de estas, unas 800.000 no perciben ingreso alguno. A todo esto hay que añadir el empobrecimiento que sufren lo menos favorecidos por copagos, recortes en las pensiones y salarios, recortes en la dependencia, etc. Durante la crisis se ha ido produciendo un trasvase de rentas de los más pobres hacia los más ricos, lo que ha hecho que la brecha entre rico y pobres se haya incrementado desde el inicio de la crisis en un 30%.
Son solo unos pocos datos que evidencia que la ministra vive en otro mundo, en un mundo que no tiene nada que ver con la realidad del país. Y si no se conoce la realidad del país o se mira hacia otro lado de esa realidad, difícilmente se pueden aportar soluciones viables a los problemas de los ciudadanos mas necesitados. Pero esto no es un problema de incapacidad, es un problema ideológico. Se está gobernado el país aplicando la ideología de la minoría más poderosa, con un objetivo claro hacer que el reparto de riqueza sea cada vez más desigual entre ricos y pobres.
Si la ministra no quiere ver el incremento de la desigualdad que su gobierno ha provocado, no nos debe extrañar. Tampoco veía el Jaguar que su marido tenia aparcado en su garaje, pero existir, existía. Lo mismo que el incremento de la desigualdad en España.
Salud, República y Socialismo.
Ya lo escribí el otro día. Mientras que otros ministros pueden ser provocadores, mentirosos o malvados, esta tipa es todo eso y sobre todo: gilipollas.
ResponderEliminarY ahí está, como muestra de un gobierno que actúa contra los ciudadanos.
Salud y República