El nacionalcotolicismo de Gallardón se ha visto superado, por la izquierda, por la líder del fascista Frente Nacional Francés (FN), Marie Le Pen. Le Pen asegura que ella no aprobaría una reforma del aborto como la de Gallardón.
El único apoyo que parece le quedaba a Gallardón en Europa, en su reforma de la ley del aborto, se ha desvanecido. Marie Le Pen se ha desmarcado del apoyo que su padre, Jean Marie Le Pen presidente de honor del FN, había hecho de la propuesta de reforma de la ley del aborto de Gallardón. Gallardón ha quedado como el ultra más ultra de la ultraderecha europea, eso si con el apoyo de su jefe, Mariano Rajoy.
Pero Marie Le Pen ha ido aún más lejos al decir que ella no se plantea "limitar el acceso al aborto en Francia como está previsto actualmente". No dice cual es su planteamiento en concreto, pero cabe recordar que en Francia el aborto es libre en las 12 primeras semanas. Además, Le Pen, añade que "en Francia hay que aplicar toda una serie de ayudas de acompañamiento para poder quedarse con sus hijos cuando lo deseen". Lo mismo que hace aquí el gobierno del Partido Popular, que está dejando las ayudas a la dependencia y a la familia bajo mínimos, es decir abandonadas.
Gallardón pretende situar la legislación española sobre el aborto a la cola de Europa. En la mayoría de los países europeos existen leyes de palzo, incluso en la católica Italia. Se ve que en estos países se tiene un concepto diferente de la protección del no nacido o entienden que lo razonable es que prevalezca el derecho de la madre a decidir libremente sobre su maternidad. Tan solo en las ultracatólicas Irlanda y Polonia y la minúscula Malta no existe una ley de plazos.
Lo verdaderamente grave no es que nos situemos a la cola de Europa, que también, sino que lo hagamos desde una situación de homologación de derechos a nivel europeo. La sociedades cambian para avanzar en derechos, no para retroceder. La reforma del P.P. no la apoya nadie en Europa y significa un retroceso de mas de 30 años en derechos de la mujer. Nos situaremos de nuevo en el periodo más negro de nuestra historia reciente, en el nacionalcatolicismo.
Se legisla solo para satisfacer las reivindicaciones de los sectores más a la derecha del Partido Popular y a la parte más reaccionaria de la iglesia católica. Hay que devolverle los favores prestados durante las anteriores legislaturas. Esa es la exclusiva motivación de la reforma. Una reforma que no está basada en ninguna demanda social, tal como evidencian las encuestas sobre el tema.
Yo me pregunto si el fascismo es el ideario sobre el que se sustenta Marie Le Pen, ¿como se denominará el ideario sobre el que se sustenta Gallardón?
Salud, República y Socialismo
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