Si no fuera porque sus payasadas no hacen ninguna gracia, las salidas de tono de ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, puede que incluso nos hicieran sonreír.
Nos quiere convencer, Montoro, de que las grandes empresa son las que están soportando la parte mas dura de la crisis. Para ello afirma que "quienes más han sufrido la subida de impuestos son las grandes empresas". Y se queda tan ancho y con esa risa idiota que le da, cada vez que nos quiere convencer de alguna de sus gracejas. Pero sus gracejas solo hacen mas que insultar la inteligencia de los ciudadanos de a pie.
Para justificar su insulto lo afirma que "de los 11.000 millones de euros en que ha aumentado la recaudación, casi 5.000 millones vienen por la subida del impuestos de sociedades a las grandes empresas". No se da cuenta de que no se trata de ver en términos cuantitativos lo que pagan las empresas en impuestos, sino, en todo caso, lo que cotizan en términos cualitativos. Es decir el tipo impositivo real por el que cotizan las grandes empresas.Y este no hace más que bajar. Si el tipo legal es del 30% sobre beneficios, el tipo real, antes de la crisis, estaba en torno al 10%, ahora muchas grandes empresas no sobrepasan el 5%. Mientras tanto los trabajadores tenemos un tipo mínimo del 24%.
Se olvida también Montoro que entre las grandes fortunas y las grandes empresas se concentra el mayor núcleo de fraude fiscal y el ministro en lugar de perseguirlo solo se preocupa de depurar el núcleo de la lucha antifraude porque estaba lleno de socialistas. Además de la reciente amnistía fiscal para las grandes fortunas, con lo que está incentivando el fraude fiscal. Porque los defraudadores siempre esperan a la próxima amnistía fiscal para regularizar su dinero negro.
También se olvida, Montoro, que durante la crisis las rentas del capital han superado por primera vez a las rentas del trabajo y que como consecuencia, seguramente, de su afirmación de que la crisis económica se ha acabado, los beneficios empresariales se han incrementado de manera vergonzante mientras las rentas salariales no cesan de disminuir. Ya no es condición suficiente tener un empleo para salir de la situación de pobreza. La reforma laboral ha posibilitado que haya trabajadores que tengan salarios por debajo del índice de pobreza.
Esas son las situaciones de las que se tendría que preocupar el ministro y no de la cantidad de millones de euros de impuestos que pagan las grandes empresas, que también. Los gobiernos tienen la obligación de proporcionar el bienestar a la ciudadanía, sobre todos de los más débiles, y no hacer como está haciendo el Partido Popular, incrementar la brecha de la desigualdad en España. Hacer que los ricos sean cada vez mas ricos y los pobres mucho más pobres.
Salud, República y Socialismo.
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