En el nombre de la seguridad, su seguridad, se restringen las libertades, nuestras libertades. Es la norma en los regímenes totalitarios. Ahora parece que la norma se está ampliando a países democráticos como el español.
Nos dicen que es una ley para garantizar la seguridad. Que seguridad hay que garantizar en un país donde los índices de delincuencia son tan bajos que la ciudadanía coloca la seguridad en el puesto número 13 de los problemas nacionales. Donde los ciudadanos nos manifestamos de manera pacífica, a pesar de la miseria a la que nos ha llevado el Partido Popular. Donde esa mayoría silenciosa a la que alude Rajoy y los dirigentes del P.P. se comporta de manera domesticada, como si tuvieran un síndrome de Estocolmo colectivo. Pues a pesar de esto el gobierno insiste en recortar nuestras libertades y nuestra seguridad para garantizar su seguridad.
Cuando un gobierno recibe tantas protestas en la calle, lo que debe preguntarse es que estará haciendo mal, no que medidas hay que tomar para anular las protestas. Por eso lo que pretende el gobierno del P.P. es blindarse ante sus tropelías instalando la política del miedo para que los ciudadanos no se atrevan a llevar su descontento a las calles. Nos quieren pobres y sumisos para garantizar su seguridad. La seguridad del mantenimiento en el poder. Saben que la contestación en la calle expresa el rechazo de la ciudadanía a la política de recortes contra la crisis. Por eso pretenden que por las buena o por las malas las calles no expresen ese descontento.
En definitiva se trata de su libertad frente a la nuestra y nuestras libertades.
- De nuestra seguridad a unos servicios públicos de calidad a la seguridad de sus amigos de hacer negocio.
- De nuestra seguridad a unas pensiones y unos salarios dignos a la seguridad de los empresarios con un poder casi absoluto para imponer sus condiciones a los trabajadores.
- De nuestra libertad para ejercer los derechos de manifestación, reunión y libre expresión, frente a la seguridad de la impunidad policial.
- De nuestra seguridad a la tutela judicial gratuita a su seguridad para que solo los poderosos tengan acceso a la justicia.
Por eso necesitan sacar del Código Penal todo lo relacionado con las libertades civiles y que los jueces estaban garantizando, en contra de la opinión del P.P. Y así ahora puedan utilizar la coacción económica a través de las abusivas multas de las faltas administrativas, para que la ciudadanía no lleve las protesta a las calles. Nos quieren en la miseria y además sumisos.
Son tan burdas las pretensiones del gobierno con la futura ley de Seguridad Ciudadana que hasta la propia UE a través del Consejo de Europa considera que el borrador de la ley de Seguridad Ciudadana, presentado por el Gobierno español, es "altamente problemático". Así lo ha manifestado el comisario europeo de derechos humanos, Nils Muiznieks, que duda de la necesidad de las "restricciones" planteadas por el Ministerio de Interior "en una sociedad democrática" .
Pero no lo conseguirán, porque no se puede poner puertas al campo, ni limites, ni coacciones a los derechos constitucionales de los ciudadanos. El miedo a perder la libertad o la vida no impidió que las grandes movilizaciones al final del franquismo forzaran la consecución de las libertades democráticas. Solo se trata de que la mayoría social se empeñe en hacer agua de borrajas de la pretendida ley de "Inseguridad Ciudadana".
Salud, República y Socialismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe, comenta y disiente con total libertad de expresión. El único limite la mentira y el insulto.