viernes, 20 de diciembre de 2013

Proceso 1001, el franquismo contra CC.OO.

Hoy se han cumplido 40 años del proceso 1001 por el que fueron enjuiciados 10 dirigentes de CC.OO., cuando aún era un movimiento sindical y no se había transformado en sindicato. No fue un juicio a unas personas, a unos dirigentes de ese movimiento sindical, fue un juicio al único movimiento de oposición real a la dictadura franquista.

El 24 de junio d 1072 diez dirigentes de la Coordinadora General de Comisiones Obreras fueron detenidos en el convento de los Oblatos de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde se encontraban reunidos, iniciándose, con ello, el denominado proceso 1001.

Pero no fue un juicio a esos dirigentes, fueron esos pero pudieron ser otros. Se juzgó a un movimiento sindical que estaba trayendo en jaque a la dictadura franquista. Un movimiento con una gran espíritu de lucha y a la  vez realista. Realista porque supo utilizar la instituciones legales para, desde dentro de ellas, dinamitar un sindicalismo que solo servia a los intereses de la dictadura. CC.OO. a través de las elecciones sindicales, en el sindicalismo vertical, obtuvo importantes cuotas de poder que sirvieron como punta de lanza para desencadenar movilizaciones que socavaron las estructuras de la dictadura. El régimen franquista pretendió juzgar a CC.OO. a través de esos dirigente.

Un juicio represivo contra la libertad sindical que tuvo una gran repercusión nacional  internacional y que generó amplios movimientos de solidaridad, con los que serían conocidos como los 10 de Carabanchel. La prueba de ello fue las enormes penas de cárcel que se pidieron para los dirigentes de CC.OO., muy superiores  las que eran habituales para esos "tipos de delitos". Aunque al inicio del juicio, el fiscal estaba dispuesto a rebajar sustancialmente las penas solicitadas, un hecho sucedido ese mismo día hizo que la situación se recondujera de una manera vengativa. Ese día ETA asesinaba al entonces Presidente del Gobierno, Carrero Blanco.

A partir de ese momento la vista se transformó  en violencia hacia los encausados. Hubo amenazas de los fascistas presentes en la sala y hasta algún intento de linchamiento, por lo que tuvieron que se protegidos por la entonces Policía Armada. Ante la petición de aplazamiento por parte de los abogados defensores, la respuesta del presidente del TOP fue que no habría aplazamiento y que si de él fuera fusilaría allí mismo a los detenidos.

El juicio se convirtió en un ajuste de cuentas de la dictadura franquista contra el movimiento sindical español representado en los 10 dirigentes de CC.OO. que sirvieron de chivos expiatorios por el asesinato de Carrero Blanco. En conjunto fueron condenados a 169 años de cárcel, por la acusación de ejercer lo que en el mundo democrático eran derechos fundamentales como el derecho a la reunión y a la libertad sindical. El 15/02/75 el Tribunal Supremo redujo sustancialmente las condenas del Tribunal de Orden Público, con los que algunos salieron de inmediato de la cárcel. El resto no lo hizo hasta final de 1975 como consecuencia el indulto por la muerte del dictador.

proceso1001 La inicial condena fue la siguiente: Marcelino Camacho y Eduardo Saborido, 20 años; Nicolás Sartorius y Francisco García Salve, 19 años; Juan Muñoz Zapico, 18 años; Fernando Soto, 18 años, 4 meses y un día; y Francisco Costa, Miguel Ángel Zamora, Pedro Santiesteban y Luís Fernández, 12 años y un día.

Al final el pretendido proceso al movimiento sindical español se convirtió en un proceso a la dictadura, La solidaridad con los detenidos tanto a nivel nacional como internacional fue contundente. Abogados de prestigio y de todas las ideologías se ofrecieron para defenderlos. Desde Gil Roble, exdirigente del  franquismo, hasta Paquita Sauquillo, dirigente de la ORT, lo que evidenció el rechazo generalizado que la dictadura franquista provocaba entre la sociedad española. Desde el exterior la solidaridad también se hizo sentir. Lo principales sindicatos y partidos de izquierda de Europa, América y Asutralia expresaron su solidaridad mediante declaraciones y movilizaciones en sus respectivo países, así como múltiples organismos internacionales, dirigentes políticos y personalidades internacionales de la cultura y el deporte que reclamaban para los sindicalistas españoles lo que era algo habitual en sus países, el derecho a la libertad sindical y política. Todo esto hizo que el proceso 1001 se convirtiera en un proceso internacional contra la dictadura franquista.

Proceso1001_40anos Ayer el mundo sindical, las CC.OO. de hoy, rindieron homenaje a los diez de Carabanchel en un emotivo acto en Madrid. Algunos de ellos, como Marcelino Camacho ya no está con nosotros. Pero su espíritu de lucha y los ideales que defendieron continúan vigentes e  inalterables. El sindicalismo de hoy tiene que adaptase a las nueva situaciones sociales, pero sin olvidarse de las actitudes de un movimiento sindical que fue capaz de ser el principal protagonista del cambio político en España.

Las movilizaciones promovidas por el movimiento sindical representado principalmente por CC.OO. durante los últimos años del franquismo y los siguientes fueron fundamentales para  consecución de las libertades  democráticas y sindicales y los derechos sociales que hoy no quiere arrebatar el Partido Popular. La situación actual del movimiento obrero y sindical es otra historia, que, en todo caso, nos debe llevar a seguir reivindicando el espíritu de lucha de las CC.OO. de los 10 de Carabanchel.

Salud, República y Socialismo.

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