Un año mas una jauría de salvajes, amparados en su ancestral costumbre, han salido a perseguir y acorralar a un toro,este año de nombre Vulcano, lanceándolo una y otra vez hasta la muerte del noble animal.
De nada ha valido las más de 80.000 firmas entregadas en el Congreso para paralizar esta barbarie, tampoco las manifestaciones realizadas en diversas capitales, ni el manifiesto contra el toro de la Vega firmado por profesores universitarios de toda España para evitar que una vez mas se cometiera una salvajada contra un animal que demuestra que es menos salvaje que los energúmenos que le torturan hasta la muerte.
Vergüenza del Alcalde socialista de Tordesillas, José Antonio Pérez Poncela, que justifica la salvajada afirmando que "el toro siente dolor, pero no sufre". Como si el dolor y el sufrimiento no fueran no fueran parejos, como si cuando el toro es alanceado no se revuelve y brama de sufrimiento. Estos energúmenos que justifican la salvajada del toro de la Vega con la excusa de "ser una costumbre ancestral", no entiende que las costumbres dejan de ser costumbres en el momento que se toma conciencia de que tal costumbre no concuerda con la sensibilidad de la sociedad. Del mismo modo que "otras costumbres" como la lucha de gladiadores, los torneos o los duelos, dejaron de ser costumbres porque la sociedad entendió que iban en contra de sus valores, el toro de la Vega tiene que dejar de existir porque ya no representa a los valores de la España de hoy.
Por mucho que se empeñen en lo contrario P.P., PSOE y UPyD, una gran mayoría de la ciudadanía no comparte una costumbre que nos es cultura si no simplemente tortura animal. Mas les valdría que de una vez dejaran de un lado sus personales valoraciones, sus mezquinos intereses electoralistas en algunos municipios y hasta sus intereses económicos y decidieran poner fin a la tortura de animales para diversión de unos, cada vez menos, energúmenos. Es una vergüenza nacional que se sigan subvencionando unos festejos cuyo único objetivo es la tortura de una animal y en cambio se eliminen becas y subvenciones a la educación y la cultura.
Mientras tanto seguiremos siendo la España de la charanga y la pandereta.
Salud, República y Socialismo
¡Basta! Cada vez que vuelve esta fiesta, me doy cuenta de que todavía nos queda mucho para decir que somos civilizados. Es una verdadera salvajada que debería prohibirse, y sin embargo, ahí está para vergüenza de tirios y troyanos, sin que nadie lo pare.
ResponderEliminarSalud y República
Ejem...también fue una "ancestral costumbre" la guillotina. A ver cuando vuelve y tal, yo con mucho gusto oyes...
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