En la UE mueren todo los años en torno a 16.000 trabajadores en accidente de trabajo. Desde el comienzo de la crisis económica lejos de reducirse estas cifras, estas están experimentando un incremento dado que las políticas de recortes están repercutiendo negativamente en la inversión que las empresas tendrían que hacer para la prevención de la siniestralidad laboral.
Durante 2012 se produjeron en España un total de 391.040 accidentes en total, de los cuáles 555 fueron mortales (incluidos los in itinere) 3.538 graves y 387.056 de carácter leve. El ministerio de Trabajo se congratula con esta cifras porque representan un descenso en la siniestralidad con respecto al año anterior. Pero esta afirmación tiene truco porque el descenso de la población activa hace que en realidad la proporción de accidentes sea mayor.
La crisis económica está incidiendo negativamente en la prevención de los accidentes laborales. Desde la administración se han reducido en un 40% los recursos económicos destinados a la prevención de accidentes laborales y algunas comunidades autónomas directamente las han eliminado. La crisis económica está haciendo que las empresas retiren parte de los recursos destinados a la prevención cuando no los eliminan totalmente. Esto, unido al incremento de la precariedad laboral, al miedo a perder el empleo y la nueva legislación laboral que permite el despido por acumulación de bajas laborales, está haciendo que los trabajadores tengan menor reivindicación sobre seguridad laboral y que el tiempo de la baja laboral por recuperación de un accidente se reduzca por miedo a perder el empleo, lo que repercute negativamente en su recuperación física.
En este contesto el 28 de abril, Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo, vuelve a convertirse en un día de reivindicación por uno de los derechos que la crisis económica se está llevando por delante, la salud y la seguridad en el trabajo. Todo ello con la connivencia de gobiernos entregados a las imposiciones de los poderes económicos y en el caso de la UE a la troica comunitaria que insiste en la política de recortes económicos y sociales como única receta para salir de la crisis económica.
Los trabajadores estamos siendo doblemente perjudicados por la crisis económica porque las medidas que aplican los gobiernos para superarla inciden en la perdida de nuestros salarios y nuestros derechos laborales y por otro lado inciden negativamente en nuestra salud y seguridad en el trabajo. No tienen limite van a por todo, no queda mas remedio que continuar la lucha.
Salud, República y Socialismo
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