Lagrimas de cocodrilo

Patética sobreactuación de la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en su anuncio de la firma del Fondo Social de Viviendas.

Sáenz de Santamaría merece que le den el Oscar a la mejor interpretación dramática, porque eso ha sido su presentación. una interpretación, aunque una falsa interpretación. Sáenz de Santamaría ha querido jugar con los sentimientos de las personas, pero se la ha notado demasiado. La farsa no ha tenido efecto. En este enlace se puede encontrar el video http://video.publico.es/videos/0/125543

El dramatismo no ha convencido ni a los presentes en el acto de presentación ya que cuando afirmaba que un desahucio "nos podría pasar a cualquiera, incluso los que estamos aquí sentados" el asombro y las carcajadas ha sido la respuesta a su intento de manipulación. Estas palabras no son sino un insulto a todos los cientos de miles de personas desahuciadas de sus viviendas por una crisis que ellos no han creado y ante la cual el Partido Popular se ha mostrados insensible. Pretender equiparar a los dirigentes populares con el resto de los mortales, cuando estos no solo no sufren los efectos de la crisis económica, sino que la mayoría de ellos cobran salarios de vergüenza y otros muchos están inmersos en procesos judiciales por corrupción y malversación de fondos públicos es tan solo una obscenidad.

Las medidas que hasta ahora ha tomado el Partido Popular para paliar este problema es solo maquillaje político. Durante 2012 los desahucios crecieron un 134%. Existen en este país mas de 3 millones de viviendas vacías y en poder de los bancos a causa de los desahucios y ahora la vicepresidente nos quiere vender como maravilloso el esfuerzo que hace este gobierno ofertando un total de 5.891 viviendas a los cientos de miles de desahuciados. Mientras, en ese invento de banco malo decenas de miles de viviendas  están disponibles para ofrecérselas a los grandes inversores para que estos hagan negoción con la miseria de las personas.

No tienen vergüenza  y como no la tienen la vicepresidenta se monta este numerito lagrimero para tratar de ganarse la empatía de los votantes. Al menos podrían tener una mínima consideración con quienes, ellos, han enviado a la miseria más absoluta.

Salud, República y Socialismo.