La justicia española está en cuestión. Son,muchas las criticas que últimamente se le hace, por el común de los ciudadanos, por actuaciones nada comprensibles y que están creando alarma social. Pero los responsables de la justicia achacan a esas criticas y no a las actuaciones incompresibles de la justicia, el creciente desprestigio de la misma.
Estamos en lo de siempre, se mata el mensajero. En lugar de reflexionar el por qué de las criticas que se realizan, demonizan a quienes las hacen. Pero no tienen razón la culpa del desprestigio de la justicia no la tienen quienes critican las actuaciones de la justicia, sino los jueces que toman decisiones arbitrarias o fuera de toda lógica.
Son muchas las actuaciones incomprensibles de la justicia y no precisamente en juzgados de primera instancia. Resulta incomprensible que con evidentes pruebas Francisco Camps haya quedado libre de cargos mientras que el juez Garzón habiendo demostrado su inocencia sea declarado culpable. O que el ciudadano Urdangarin tenga trato de favor por ser familia del Borbón o que el juez que juzga ese caso haya sido expedientado por el CGPJ.
Y lo que puede parecer una decisión sensata por parte del juez Marchena al archivar la causa contra Garzón por los cursos de Nueva York por haber prescrito; no es ni mas ni menos que un acto de indefensión contra el juez Garzón. El juez Marchena ha necesitado que otro tribunal de Tribunal Supremo condenara a por prevaricación a Garzón para darse cuenta de que los delitos de los que se le acusaban habían prescrito. Por mucho que lo quiera justificar no es creíble un error de este tipo. Un error que ha causado un grave perjuicio a Baltasar Garzón no es posible que sea producto de un olvido o desconocimiento y si así fuera debería ser castigado por ello.
Pero siendo eso grave, mas grave aún es que el juez Marchena se haya permitido condenar al juez Garzón sin juzgarlo. Porque eso es lo que ha hecho este juez cuando afirma en el auto de prescripción lo siguiente: “Por cuanto antecede, procede declarar prescritos los hechos denunciados y que han sido calificados (¡por él mismo!) como constitutivos de un delito de cohecho impropio del artículo 426 del CP” ¿En base a qué concluye este buen hombre que Garzón es culpable? Si no ha sido juzgado. Si ha Garzón se le ha negado toda posibilidad de demostrar su inocencia. Si este juez ha desestimado todas las pruebas presentadas por Garzón para demostrar su inocencia.
Este juez que ha sometido a Garzón durante mas de un año a una persecución implacable, investigando a su familia, sus cuentas corrientes y su entorno como si fuera un terrible presunto delincuente; se da cuenta de repente que el presunto delito ha prescrito, le declara delincuente y le deja en mas completa indefensión.
Y aún así, los órganos de gobierno de los jueces y su comparsa de aduladores, muy dignos y molestos, afirman que los culpables del desprestigio de la justicia son, somos, aquellos que critican y criticamos las actuaciones incomprensibles de la justicia. Son los jueces los que, con sus injustas e incomprensibles actuaciones y todos aquellos que corporativamente y sin espíritu critico avalan las mismas, deterioran y desprestigian a la justicia. Es esa casta corporativa y anclada en un siniestro pasado, que se considera infalible e intocable y que está por encima del bien y del mal, la responsable del desprestigio de la justicia española y por tanto cuanto antes esté fuera del estamento judicial mejor parra la justicia y para la ciudadanía.
Y por supuesto seguiremos criticando las incompresibles actuaciones de los jueces, porque sabemos que una sociedad acrítica es una sociedad sin criterio e indefensa y porque sabemos que los culpables del desprestigio de la justicia no somos nosotros, sino los jueces con sus incomprensibles actuaciones.
Salud, República y Socialismo.
Como si los jueces estuvieran exentos de crítica. Una sentencia puede y debe ser criticada si no se está de acuerdo. Con argumentos pero sin límites. ¡Faltaría más! Y este es el tercer poder del Estado, y no cree en la libertad de expresión.
ResponderEliminarSalud y República
El auto de Marchena es de una hijoputez tremenda.Sabe que no debe dar vía libre para juzgar a Garzón pero ,sin embargo se ensaña ferozmente con él de una forma y manera soez y caprichosamente.
ResponderEliminar¡Salud,República y Socialismo!
Me repito como una lorita, la única verdad de la justicia es que es una mentira.
ResponderEliminarSaludos.