El cambio de Gallardón por Botella va a ser muy divertido. Va a ser un periodo de continuas ocurrencias. Ocurrencias que nos alegrarían la existencia ni no fuera porque el coste de las ocurrencias de la Botella las vamos a pagar los de siempre.
Dice la Botella que los ciudadanos madrileños deben “hacer algo por la sociedad” y no se le ocurre mayor estupidez que pedir que los madrileños se ofrezcan voluntarios para cubrir determinados servicio públicos que el Ayuntamiento de Madrid tiene la obligación de prestar, como bibliotecas, polideportivos y centros culturales. En un arranque de generosidad la Botella dice que no se ha pensado que el servicio de limpieza se cubierto por voluntarios. Es de agradecer el gesto.
Parte la Botella de la tesis de que "Tenemos que ser capaces todos de devolver a la sociedad algo de lo que nos da la sociedad" ¿y los impuestos para que sirven? Los ciudadanos no tienen nada que devolver a la sociedad. Los ciudadano pagan sus impuestos a la sociedad y es esta la que tiene que prestar a la ciudadanía los servicios por los que ha pagado previamente. El problema no es de la ciudadanía, es de los malos gestores como la actual alcaldesa o su predecesor, hoy ministro de Justicia, que han convertido a Madrid en la ciudad más endeudada del país. Son ellos y el Partido Popular al que representan los únicos responsable de la falta de plantilla para cubrir los servicios municipales.
La manifiesta incompetencia de la Botella se pone en evidencia cuando manifiesta que "Me niego a pensar que no se puede abrir una biblioteca porque no vayan a poder ir personas voluntarias a ponerla en marcha". Además de incompetente, la actual alcaldesa, ofende la inteligencia de la ciudadanía haciendo la culpable a esta de que determinados servicios no sean prestados porque no hay voluntarios que los quieran prestar.
Pero puesto a a ser solidario, yo le pido a la Botella que sea ella la primera en demostrar la solidaridad y se ofrezca de alcaldesa voluntaria y de paso rebaje a la mitad el salario de sus concejales y cargos públicos. Seguro que con eso habría suficiente para cubrir los puestos que impiden la apertura de bibliotecas, polideportivos y centros culturales.
Esto no ha hecho más que empezar quedan más de tres años de legislatura y las ocurrencias de la Botella irán a ritmo creciente. La incompetencia, de quien el único merito político es ser la esposa de Josemari, va a dejar la ciudad más endeudada de España, convertida en un erial cuando acabe la legislatura.
Salud, República y Socialismo.
No estaría mal crear la figura de Alcalde-voluntario, al que se podrían unir todos aquellos que amando su puesto, tienen medios como la Marquesa de la Peras y las Manzanas. Así podría devolver a la sociedad madrileña una pequeña parte de lo que debe por haber llegado ahí siendo una inutilidad, y otra pequeña parte de lo que debe su "santo varón" que todos los meses se lleva bastantes miles de euros por haber sido quien fue, a pesar de lo que hizo.
ResponderEliminarSalud y República
La izquierda de Madrid debería aprovechar esta etapa de desprestigio que ha empezado la Botella para intentar recuperar uno de los más importantes bastiones del país.
ResponderEliminarAdemás de incompetente, la Alcaldesa Botella es fundamentalmente indecente. Su última salida de pata de banco me lo ha parecido. Bueno, como casi todo lo que dice y hace.
ResponderEliminarQue desgracia tenemos los madrileños
lo de alcaldesa voluntaria fue lo primero que se me ocurrió cuando oí a la Botella: al fin , no es un cargo para el que se necesiten estudios específicos (que si son imprescindibles para bibliotecarios o preparadores físicos, gestores de lo social, etc.
ResponderEliminarLo que ha hecho Rajoy es lo que hacen todos: lanzar una piedra para ver la reacción...Que eso de los micrófonos abiertos ya no cuala.